Cuando socialistas, populares y nacionalistas nos dan a diario muestras de los más altos niveles de corrupción en algunos casos y de abuso insolidario de su posición en casi todos los demás; cuando muchos de ellos están cobrando dos o tres sueldos públicos; cuando bajan el sueldo a los demás pero se suben el suyo; cuando recortan las pensiones pero mantienen los privilegios de las suyas; cuando sus patrimonios se multiplican milagrosamente en el transcurso de unos pocos años en el poder... nos enteramos, casi por casualidad, que hace siete años, Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex parlamentario, argumentando que “con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante”.
Julio Anguita, además de habernos demostrado sobradamente que es una persona coherente sus ideas, ha dado muestras una vez más de honradez, una cualidad que tienen muy pocos (pero que muy pocos) políticos.
1 comentario:
totalmente de acuerdo con el comentario de Julio Anguita...
tipo integro... asi le fue...claro...
con dos infartos... de los disgustos que se tenia que llevar...
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