Resulta patético ver a los que no hace mucho se manifestaban con pancartas del “No a la guerra” cómo ahora apoyan esta otra guerra. Con razón los llaman “cejas depiladas” pero sencillamente son “hipócritas”. Ninguna guerra es “legal” por mucha autorización de la ONU que tenga. Ninguna guerra es “santa” por cualquiera que sea el motivo religioso que aleguen. Ninguna guerra es “misión de paz” ni “liberación del pueblo oprimido” ni nada de nada. Guerra sólo significa dos cosas: muerte para muchos pardillos y beneficio para unos pocos.
Yo siento respeto por lo que se opusieron a la anterior guerra y ahora también se oponen a esta; al igual que siento respeto por los que antes la apoyaron y ahora también. Pero estos otros que antes dijeron no y ahora dicen sí, y que encima tienen la desfachatez de intentar convencerte en ambas ocasiones, sólo pueden inspirarme lástima.
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