Hace 106 años que nació mi padre y, como nos pasa a todos, sigue vivo en la memoria. En esta hora del recuerdo y homenaje, traigo aquí para compartir con vosotros este poema que escribió cuando yo nací. Tal como él ofreció a su hijo, así me ofrezco yo a todos vosotros.
Pesan en la balanza
a Vicentito
y él está tan contento,
tan quietecito.
Que en virtud, niño hermoso,
peses tú tanto
como en el mundo entero
vale tu Santo.
Y al tiempo que le damos
la bienvenida,
con gusto se lo ofrece
esta familia.
1 comentario:
Vicente, recuerdo a tu padre perfectamente, tantas idas a la farmacia en mi niñez por Daimiel, una persona muy simpática y agradable, me ha gustado mucho leer ese poema tan entrañable que te dedicó por tu nacimiento.
Raquel
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