Hace unos días leía en la prensa, con grandes titulares, que
el omeprazol puede causar demencia y no sé cuantas enfermedades más. Se basaban
en un amplísimo estudio realizado sobre más de 30.000 pacientes a los que se
siguió durante más de un año y posteriormente ha sido publicado en una revista
científica de prestigio. Concluía el estudio que los que tomaban omeprazol
tenían un porcentaje mucho más alto de padecer estas enfermedades que aquellos
que no lo tomaban. Y los periodistas que escribían esos artículos dejaban caer
que los antiácidos tradicionales no tenían ese problema y, en consecuencia,
eran más seguros.
Esto último fue lo que me alarmó y me hizo leer con
detenimiento tales afirmaciones. Así descubrí los siguientes hechos:
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Los pacientes del estudio estaban tomando 40 mg o más
de omeprazol todos los días del año. Pues bien: eso es una barbaridad; la dosis
de omeprazol es de 1 comprimido (de 20 ó de 40 mg) durante 14 días
consecutivos, tras los cuales sólo hay que tomar uno (con 20 mg suele ser
suficiente) cada vez que se noten algunos síntomas, lo que suele equivaler a un
comprimido cada 4 – 8 días. Si esos pacientes tomaban tanto omeprazol debemos
suponer que era por razones médicas justificadas y en ese caso el médico debía
conocer que tales riesgos eran inferiores a los beneficios que reportaba tan
abusiva dosis. En general, cualquier paciente que tome la dosis recomendad del
producto no tendrá esos riesgos que llevaban de forma alarmista a los titulares
de la noticia.
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Los citados riesgos se referían a que esas dosis
elevadas de omeprazol dificultan la absorción de vitamina B12 y es la carencia
de esta vitamina la causante de dichos riesgos. Es decir, los riesgos no son
inherentes al omeprazol sino a la falta de vit. B12; por consiguiente, abriendo
espacios terapéuticos para un aporte suplementario de vit. B12 en esos
pacientes, quedarían de forma sencilla paliados dichos riesgos.
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El estudio comparaba a esos pacientes con otros que no
tomaban ni omeprazol ni ningún otro antiácido, con lo cual sus conclusiones
nunca pueden ser utilizadas (como así hacían los comentaristas) para defender
que es mejor utilizar antiácidos clásicos (pero no bicarbonato, claro, que
según explican, tiene efecto rebote).
De todo ello se desprende un indudable tufo a que el citado
estudio ha estado promovido, o al menos apadrinado, por las compañías que
tienen intereses en los antiácidos clásicos y ven cómo su antes gigantesco
mercado se ha ido al garete con la implacable masificación del omeprazol, sobre
todo a partir de la irrupción de los genéricos.
En definitiva, conviene recordar que:
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Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, por
lo que se deben tomar sólo a las dosis recomendadas, sólo cuando sea necesario
y sólo cuando el balance beneficio/riesgo sea favorable.
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El omeprazol es uno de los medicamentos más seguro, tal
como demuestran muchos años de utilización y muchos millones de pacientes...
que lo tomaron y lo toman a las dosis recomendadas.
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