El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín ha hecho unas declaraciones de lo más improcedente: ha reclamado que se prohíba fumar dentro de los coches cuando viajen menores dentro de los mismos. ¿Por qué las tacho de improcedentes, cuando en realidad estoy de acuerdo con que debería prohibirse? Muy sencillo, las ha hecho el 22 de noviembre, dos días después de las elecciones generales. ¿Qué significa esto? Que quien tiene potestad para hacer una ley o norma sobre este aspecto (que es el Gobierno) ahora mismo está en funciones y su única ocupación es hacer las maletas. Por otra parte, el partido ganador aún no ha formado Gobierno y hasta que no lo haga no podrá ponerse manos a la obra y, desde luego, a partir de ese momento tendrá que hacer otras muchas cosas más importantes y prioritarias que lo de prohibir o no fumar dentro de los coches.
En consecuencia, dichas declaraciones sólo pueden considerarse como un pretexto para salir en los medios de comunicación ya que ni el Gobierno saliente ni el entrante las van a tener en consideración. Aunque, por darle alguna utilidad, yo las guardaría como ejemplo de la estrategia nº 1 de manipulación de masas (ver mi post del 27-Nov “Estrategias de manipulación de masas”, punto 1).
En definitiva: el actual Gobierno en funciones no va a hacer nada al respecto, y el próximo Gobierno espero que se dedique a asuntos más importantes y urgentes. Si durante más de un siglo y medio se ha fumado dentro de los coches, por muy insano y perjudicial que sea para la salud de todos sus ocupantes, creo que podemos esperar un par de años más. En lo que no se puede esperar más es en reconstruir este país facilitando la creación de empleo, recuperando la economía y manteniendo las prestaciones sociales que habíamos alcanzado. Lo demás importa un bledo, al menos en estos momentos, y lo que menos se precisa es distraer con tonterías al Gobierno; que se dediquen los que vengan a lo realmente importante.
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