Un multimillonario chino ha querido comprar un trozo de Islandia para desarrollar un complejo de ecoturismo, aunque el “trocito” que quería comprar no era precisamente pequeño: 300 kilómetros cuadrados.
Sin embargo el Gobierno islandés ha rechazado su oferta a pesar de que esta alcanzaba la cifra de 6 millones de euros por el terreno, a lo que después seguiría una inversión de 151 millones de euros para la construcción del correspondiente complejo hotelero.
El Gobierno islandés argumentó que era “imposible ignorar las enormes dimensiones" del terreno que quería comprar el multimillonario chino y que "no existen precedentes para que una parte tan grande de las tierras de Islandia queden bajo control extranjero".
¡Bien por los islandeses! Una cosa es que todos podamos disfrutar de las maravillas de ese país y otra muy distinta que cualquier extranjero con dinero pueda apropiarse del mismo.
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