domingo, 22 de diciembre de 2019

Felices Fiestas de Invierno

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, “Navidad” es “la festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en el mundo cristiano”.

Según la Wikipedia (órgano con el que los poderes que gobiernan el mundo tratan de decirnos qué debemos creer) su definición es muy similar: “una de las festividades más importantes del cristianismo que conmemora el nacimiento de Jesucristo”.

Como se ve, ambas fuentes de información coinciden en lo mismo. Por eso es de extrañar que todos se apunten al carro de la Navidad aun siendo ateos, musulmanes, budistas, etc.; bueno, en realidad se apuntan a lo más cómodo: tiempo de reuniones familiares e intercambio de regalos, algo que gusta a todos. Sin embargo no resulta lógico que quienes no conmemoran el nacimiento de Jesucristo se dediquen a propagar eso de “¡Feliz Navidad!”, en todo caso deberían decir: “¡Felices fiestas de invierno!”, que eso es en realidad lo que significa para ellos.

Claro que si nos paramos a pensar, no es lógico que en un país laico (como España y como muchos otros) se designen como días festivos estas fechas; es un contrasentido porque si un país es laico ¿qué sentido tiene celebrar una fiesta de una religión concreta cuando en ese país hay muchos ciudadanos ateos y de diversas religiones? ¿Por qué dar preponderancia a una religión en concreto? Lo lógico sería que todos estos días fuesen laborables y que cada cual celebrase lo que quisiese en las fechas que quisiese: los cristianos la Navidad en la intimidad de sus hogares y dentro de su tiempo libre, los musulmanes lo propio, los ateos... pues eso nada, con que fuesen al bar a tomarse unas cañas con los amigos sería suficiente. Pero la hipocresía reina en todas partes y los ateos cogen de la Navidad lo que les interesa: las vacaciones y los regalos.

Desde “AZprensa” abogamos por la coherencia: que todos trabajemos las 35 o 40 horas semanales reglamentarias y no tengamos ninguna fiesta salvo dos días semanales de descanso. Y que cada cual celebre en la intimidad de su hogar y su familia aquello en lo que crea o deje de creer, sin imponérselo a los demás.

Pero como la Navidad es tiempo de amor y fraternidad, aquí compartimos con vosotros esta sonrisa inocente que se abre a la vida. Mirando su cara cada cual puede creer en lo que crea o simplemente esbozar una sonrisa, y por eso desde “AZprensa” os deseamos a todos: “Felicidad”.

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