“Procura usar solo palabras de las que entiendas
totalmente su significado y evita palabras rimbombantes, que quitan sencillez y
belleza a los poemas. Si llega el caso, ya las usarás, pero ahora al comenzar
utiliza solamente las que dices todos los días, aquellas con las que hablas
generalmente, las mismas que dirías si hablases con los de tu familia o con tus
amigos. Ahí está un punto radical e importante de la belleza. Si yo tuviese que
definir la belleza, acaso la definiera como ‘humildad, sencillez total’”.
(Enseñanzas de mi maestro Manuel Prieto Peromingo)
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