martes, 24 de diciembre de 2019

Mi regalo de Navidad: Tres verbos


Lo más pequeño, lo más sencillo, es lo más importante. Y hoy, cuando todos nos deseamos (de corazón o por compromiso) eso tan manido de “Feliz Navidad” quiero haceros un regalo muy especial: Tres verbos.

Los tres verbos que os voy a regalar son los más importantes para que tu vida y la de quienes te rodean, sea más feliz:

1.- Sonreír
Ese gesto tan sencillo, que no requiere ningún esfuerzo, tiene un poder incalculable para generar bienestar en los demás. Utilízalo siempre y a todas horas. Irás irradiando felicidad y al mismo tiempo esa felicidad anidará en ti.

2.- Abrazar
El contacto físico es muy importante. Nos hace sentirnos queridos y apoyados. Y esa ligera presión del abrazo afectuoso hace que las vibraciones se intercambien entre ambos y se revitalicen mutuamente. No rehúyas el contacto físico; un abrazo de amor o de amistad te hará sentir más fuerte.

3.- Escuchar
¡Ay! ¡Este es el más difícil de los tres! Si fuese lo contrario, eso de hablar y hablar, de contar a los demás lo que somos, lo que haríamos, el clásico “yo que tú…”… pero eso no genera beneficios ni para ti ni para los demás. Por el contrario “escuchar” a nuestro interlocutor, interesarnos de verdad por lo que nos cuenta, tratar de comprenderlo aunque no compartamos todo lo que dice… eso sí que es valioso y supone una inyección de autoestima para nuestro interlocutor. Dejemos de hablar tanto de nosotros mismos e interesémonos más por los demás. Escuchar, o como definía un comunicador amigo mío, la “escucha activa” (es decir, escuchar con verdadero interés y no eso de “por un oído me entra y por otro me sale”, o “a ver cuándo acaba este pelmazo”), es uno de los mejores regalos que podemos hacer a los demás y no olvidemos que todo aquello que damos lo acabamos recibiendo. Simplemente piensa: “Si tú estuvieses en su lugar ¿no te gustaría que te prestasen un poco de atención? Recuerda: lo que se da, se acaba recibiendo.

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