lunes, 20 de agosto de 2018

Poesía religiosa (19)

Ejemplo de poesía religiosa, escrito por Mercedes Fisac Clemente (Daimiel, Ciudad Real, 1889-1981) a quien dedicamos en este blog un ciclo en homenaje y recuerdo.

¡La cruz! ¿Por qué nos asusta?
¿Por qué no molesta o cansa?
¿Por qué murmuramos de ella,
o no queremos llevarla?
La cruz es... el sufrimiento,
las penas inesperadas,
el abandono, el olvido,
las enfermedades largas,
y tantas tribulaciones.
Como en el valle de lágrimas
de esta vida, nos rodean
y torturan nuestra alma.

La cruz no es la que se admira
como una preciosa alhaja
en la que se hallan brillantes
mezclados con esmeraldas;
no es un adorno que sirve
para ostentaciones vanas;
la cruz no es como un objeto
de calidad estimada:
¡Es... un recuerdo precioso!
¡Es... un tesoro de gracias!
¡Es... un venero de dones!
¡Es... un signo de esperanza!

En la cruz vemos a Cristo,
y su amorosa mirada
es una lección sublime
que nos enseña a llevarla.
Caminemos a su lado,
sigamos tras sus pisadas,
que en la cruz está la vida...
¡Esa vida que no acaba!
Así sintieron los santos,
así sintieron las santas,
como un Francisco de Asís
que por la cruz suspiraba,
y una santa Teresita
que con la cruz se abrazaba;
el amor da fortaleza,
el amor conforta el alma.

Llevar con amor la cruz,
moradores de Torralba,
¡ya que el Cristo del Consuelo
es vuestro Padre que os ama!

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