Los médicos no querían que la duquesa de Alba abandonase el hospital, tal como deseaba su entorno familiar, para que pudiese morir en su casa, rodeada de sus seres queridos y con
toda la atención médica necesaria que para eso tienen dinero más que suficiente. Por el contrario se obstinaban en mantenerla con vida cuando sus expectativas de una
digna recuperación son nulas dado su estado general de salud y la principal
enfermedad irreversible que padece: 88 años.
Hay muchos médicos que no lo entienden y siguen
considerando a la muerte como un fracaso y no como algo lógico. Por eso se
empeñan (encarnizamiento terapéutico, se llama) en alargar la vida sin sentido,
sólo para intentar demostrar –inútilmente- que ellos son capaces de plantar
batalla a la muerte.
Afortunadamente la cordura (y posiblemente también las influencias) han conseguido que pueda abandonar el hospital y aguardar rodeada del cariño familiar el momento de la despedida. La muerte no es un fracaso, sólo es un "hasta luego".
Afortunadamente la cordura (y posiblemente también las influencias) han conseguido que pueda abandonar el hospital y aguardar rodeada del cariño familiar el momento de la despedida. La muerte no es un fracaso, sólo es un "hasta luego".
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