Para pasar un buen... “rato”

Los frikis están de enhorabuena, pero también todos aquellos lectores que simplemente quieran pasar un buen... “rato”. Porque ahora la Editorial Bubok ha rescatado una obra editada en 1987 de la que se editaron 100.000 ejemplares, pero que hace mucho ya quedó completamente descatalogada.

En esta nueva edición se recupera tan original obra que nos trae, nada más y nada menos, que las mejores anécdotas sobre ratas y ratones. Una colección de anécdotas reales que nos hacen recordar (como así lo rememoran las imágenes de portada y contraportada de este libro) que “la única rata buena... es una rata muerta”. Sin embargo, con humor, todo es mucho más divertido.

Título: “Para pasar un buen rato

Autor: Vicente Fisac

64 páginas 15 x 21 cms

Edición digital: 2 euros (También hay disponible una edición impresa)

Más información: http://www.bubok.es/libros/237317/Para-pasar-un-buen-rato

El problema de Pablo Iglesias

Coincido con el análisis que la periodista Lucía Méndez hizo hace unos días en El Mundo y que finalizaba señalando que el principal problema de Pablo Iglesias “es que hay muchos ciudadanos que han decidido votarse a sí mismos a través de la papeleta de Podemos. Pablo Iglesias no es más que el instrumento para que quienes se han sentido olvidados se sientan ahora poderosos”.

PD.- Sí señor ¡Ahora podemos!

Ver la paja en el ojo ajeno

Esto no ha hecho más que empezar: una gran campaña mediática contra Podemos, porque los dos grandes partidos no quieren perder el chollo de la alternancia en el poder para seguir engrosando sus cuentas en paraísos fiscales. Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el suyo.

No digo yo que esté mal denunciar irregularidades, pero es a todos luces desproporcionada la relevancia que dan a unos cientos de euros y escurren el bulto ante los más de 40.000 millones de euros que ya nos ha costado a todos la corrupción.

Sólo Pablo Iglesias aplaudió al papa

(AZprensa) El papa Francisco ha sido el primer papa que acude al Parlamento Europeo. En su intervención pidió acabar con derroches y actitudes que humillan a los más desfavorecidos. Algunos eurodiputados se ausentaron, la mayoría guardó silencio al escuchar esas palabras, y sólo se rompieron el silencio los aplausos de Pablo Iglesias, el líder de Podemos, al que siguieron a continuación algunos tímidos aplausos.

Así lo relataba el propio Pablo Iglesias en twitter:

Bergoglio critica el burocratismo de la UE y las prácticas ostentosas de sus jefes.

"Qué dignidad podrá encontrar quien no tiene qué comer o el mínimo necesario para vivir o el trabajo que le otorga dignidad".

Ahora el Papa se refiere a las multinacionales y poderes financieros que secuestran la democracia. El PP no acompaña nuestro aplauso.

El Gran Don Francisco Nicolás Gómez

Estamos asistiendo estos días a una gran campaña mediática contra el que llaman “pequeño Nicolás” pero que yo llamaré desde ahora: “El Gran Don Francisco Nicolás Gómez”.

Días tras día se suceden los desmentidos de personas, instituciones, organismos oficiales, lo que sea; nadie conoce al tal Nicolás, nadie lo ha visto jamás, nadie le ha encargado nada, sólo saben de él lo que han leído en la prensa, etc., etc. De ser así, cada nuevo desmentido no hace sino agrandar la imagen de este curioso personaje. ¿Cómo es posible que sin ayuda exterior de ningún tipo se haya colado en tantos actos oficiales, haya dispuesto de escolta y coches oficiales, haya compartido palco en el Bernabéu y mesa y mantel en los más selectos círculos políticos y empresariales? ¡Si hasta estuvo en el balcón de Génova la noche que el PP ganó las elecciones y en el balcón de Pinto cuando Contador ganó la Vuelta a España! Si nos creemos los desmentidos, resulta que todo eso lo ha hecho él sólo sin ayuda de nadie, con sus 20 añitos... ¡y lo viene haciendo desde hace unos cuantos años! Gigante. ¡Chapeau! Cualquier otro adjetivo se queda corto para definir la figura del Gran Don Francisco Nicolás Gómez. 

El TAD es subnormal

Si no he hecho antes este comentario ha sido porque aún me estoy recuperando del shock producido tras leer la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) con relación al caso Zidane.

El Real Madrid puso a Zidane de entrenador del Real Madrid B. Pero como este no tiene el título de entrenador y no puede ejercer como tal, lo inscribió como segundo entrenador o ayudante del entrenador y puso a otro como entrenador oficial.

Ahora bien, el primer entrenador cobra 100.000 euros y Zidane 600.000 euros. ¿Parecen lógicos y proporcionales estos salarios? Pues para el TAD sí.

Pero lo más importante de todo es la enorme cantidad de testigos presenciales (decenas de miles) y de pruebas grabadas (cientos de videos de partidos) en los que se ve cómo quien da las instrucciones, ordena los cambios, etc. es Zidane y no el otro que figura oficialmente como entrenador. Pues para el TAD todas esas pruebas no significan nada.

Conclusión: o los responsables del TAD son subnormales... o tienen la voluntad comprada. Personalmente no creo que sean subnormales.

El pequeño Nicolás: Sí o sí

1.- LO QUE HA DICHO ES VERDAD.- La lógica más elemental nos dice que sin una gran organización detrás es imposible que un joven de 20 años tenga tan amplia colección de hazañas (asistir a la proclamación del rey, estar en el balcón del PP la noche que ganó las elecciones, viajar en coche oficial y con escoltas reiteradas veces, disponer de un chalet de lujo para sus reuniones, entrevistarse y/o comer o cenar con políticos y grandes empresarios...). Hay que reconocer, por tanto, que nos encontramos ante un joven de talento y habilidad excepcional porque pocos jóvenes son capaces de desenvolverse con tanta soltura en esos ambientes y sobre todo de ser elegidos para ello. Un joven, pues, que debería ser contratado inmediatamente para ocupar un alto cargo en alguna institución del PP o del Estado.

2.- LO QUE HA DICHO ES MENTIRA.- Si todo lo que ha dicho es mentira, la única verdad que nos queda es la de su presencia en todos esos actos y reuniones (fotos, documentos y testimonios lo certifican), por lo que resulta asombroso que un joven de 20 años sin ningún tipo de ayuda exterior haya sido capaz de colarse en esos ambientes. Hay que reconocer, por tanto, que nos encontramos ante un ser no ya excepcional sino extraordinario, que debería ser contratado inmediatamente para ocupar un alto cargo en alguna institución del PP o del Estado.

Por consiguiente, desde ahora, ya no volveré a llamarle “Pequeño Nicolás” sino Francisco Nicolás Gómez, con todos mis respetos.

Un aprendiz de espía pone en jaque al Gobierno

Hoy no se habla de otra cosa en España más que del “Pequeño Nicolás”, el joven de 20 años que ha dado la cara ante los medios de comunicación para contar su verdad, una verdad muy incómoda para el partido del Gobierno y para las altas instancias del Estado.

La versión que querían darnos de él ha caído por su propio peso. Ningún niño de 20 años puede colarse en la coronación del rey, ni mantener contactos con altos cargos, comer con ministros e incluso estar en el balcón de la sede del PP la noche en que ganó las elecciones.

Por consiguiente cobra fuerza su versión: un aprendiz de espía (él se definía como “colaborador” aunque en un momento de la entrevista se le escapó la definición que en el CNI se da a estos colaboradores: “Charlie”). Tanto el CNI, como Gobierno y Zarzuela lo utilizaron para realizar gestiones del más alto nivel, pero cuando al pequeño Nicolás le propusieron desde el CNI acciones “alegales” se negó y lo puso en conocimiento de sus superiores. Unos días después era detenido e incomunicado, mientras se divulgaban noticias falsas para presentarlo ante la opinión pública como un simple “friki impostor”. Por cierto, para su detención se utilizaron seis coches de “Asuntos internos”... vamos ni para los terroristas más peligrosos se despliega tal dispositivo.

Ahora la pregunta sólo es una: ¿Qué sabía el pequeño Nicolás? Él afirma –muy prudente- que sólo lo dirá al Juez y que tiene pruebas a buen recaudo “por si le pasara algo”.

A los demás sólo nos queda esperar por si se va descubriendo algo más de las “cloacas del Estado”. Quien venga a gobernar después tiene un ímprobo trabajo y tendrá que protegerse de la mierda más que los trabajadores sanitarios que atienden a pacientes con ébola.

Conservar medio limón

¡Cuántas veces vemos cómo ese medio limón que habíamos guardado se ha quedado más seco que la mojama! 

Eso puede evitarse si lo colocas boca abajo en un platito. Así de fácil.

Fuente: sabiduría popular

Conservar el café más tiempo

Si quieres conservar el café (bien sea en grano o molido) durante mucho tiempo sin que pierda su sabor, mételo en el congelador.

Fuente: sabiduría popular

Ajos frescos todo el año

Si quieres conservar los ajos frescos todo el año, pélalos y mételos en una bolsa de plástico en el congelador. 

Cuando vayas a utilizarlos no tendrás mas que descongelarlos y estarán como el primer día.

Fuente: sabiduría popular

Dichosos los que temen al Señor... ???!!!

El encabezamiento de este post es el estribillo de una canción que escuché hace poco en una misa. La primera vez que lo escuché me quedé sorprendido. Cuando lo repitieron por segunda vez, me quedé perplejo. Al escucharlo por tercera vez me indigné. La seglar que desde el púlpito dirigía esta canción que unos pocos fieles canturreaban, animaba a los asistentes para que se uniesen a ella y así dar mayor resonancia al estribillo. Para mis adentros me negué a seguirles el juego y en un acto de rebeldía –yo diría, más bien, de justicia- cambié mentalmente el texto del estribillo: Dichosos los que aman al Creador.

Veamos los matices que encierra dicho cambio. En primer lugar desterré el verbo “temer” y lo cambié por el verbo “amar”. Nadie debe ser dichoso por tener miedo, al contrario, quien tiene miedo es un desgraciado. Se es dichoso cuando se ama y cuando se recibe amor, y ambas cosas son las que existen en la relación de los humanos con el Ser superior. Además, es un enorme contrasentido que los curas nos digan que “Dios es amor” y luego vengan con estribillos como este diciéndonos que hay que “temerle”. Pues, señores, a todos aquellos a quienes yo amo y de los que recibo igual afecto, no les temo sino todo lo contrario: los amo y soy feliz por ello.

Siguiente punto: cambié el sustantivo “Señor” por el de “Creador”. Si alguien es “Señor” es porque otro alguien es “siervo”, y resulta que no es eso lo que predicó Jesús, al contrario, él (con minúscula, porque eso es lo que a él le gustaba) predicó siempre la humildad y luchó y murió en defensa de los pobres y los más desfavorecidos, no de los “Señores” y poderosos. Por consiguiente, la palabra “Creador” lo define y califica al mismo tiempo sin que eso suponga una imposición sobre los demás, sino al contrario, un acto de generosidad. ¿Veis la diferencia?: El “Señor” impone, mientras que el “Creador” da.

La muerte no es un fracaso

Los médicos no querían que la duquesa de Alba abandonase el hospital, tal como deseaba su entorno familiar, para que pudiese morir en su casa, rodeada de sus seres queridos y con toda la atención médica necesaria que para eso tienen dinero más que suficiente. Por el contrario se obstinaban en mantenerla con vida cuando sus expectativas de una digna recuperación son nulas dado su estado general de salud y la principal enfermedad irreversible que padece: 88 años.

Hay muchos médicos que no lo entienden y siguen considerando a la muerte como un fracaso y no como algo lógico. Por eso se empeñan (encarnizamiento terapéutico, se llama) en alargar la vida sin sentido, sólo para intentar demostrar –inútilmente- que ellos son capaces de plantar batalla a la muerte.

Afortunadamente la cordura (y posiblemente también las influencias) han conseguido que pueda abandonar el hospital y aguardar rodeada del cariño familiar el momento de la despedida. La muerte no es un fracaso, sólo es un "hasta luego".

Cómo conservar más tiempo el queso blanco

Un buen método para conservar durante más tiempo el queso blanco, es meterlo en agua fría, cambiando esta todos los días. 

Además, no perderá sabor.

Fuente: sabiduría popular

¿Te ha encogido el jersey?

¡Menudo disgusto te has llevado al ver cómo ha encogido ese jersey que tanto te gustaba! 

Sin embargo no tienes por qué preocuparte, la cosa tiene solución: el jersey recuperará su tamaño original si lo dejas durante un día en remojo en una mezcla de un litro y medio de suavizante por cada cuatro litros de agua.

Fuente: sabiduría popular

Limpiar los zapatos sin betún

¿Tienes que limpiarte los zapatos y no te queda betún en casa? 

La solución es muy sencilla: utiliza una crema hidratante de manos. 

Tus zapatos te lo agradecerán y tú quedarás sorprendido del resultado.

Fuente: sabiduría popular

Quitarse una astilla del dedo

Si se te ha clavado una pequeña astilla en el dedo, no utilices alfileres; inténtalo con unas pinzas y, si no puedes, impregna tu dedo en aceite de oliva. 

Verás cómo la astilla sale sola.

Fuente: sabiduría popular

Postre exótico en 5 minutos

Te gustaría sorprender a tus invitados con un postre exótico pero te has acordado cinco minutos antes que lleguen. No importa, aquí tienes la receta: mezcla un yogur, mermelada de fresa y leche condensada, con unos trocitos de fruta cortada en taquitos y, si puedes, añádele también unos cuadraditos de piña en almíbar. Sencillo, sabroso y sano. Y además quedarás muy bien con tus invitados.

Fuente: sabiduría popular

El verdadero origen de la palabra incesto

Sentía curiosidad por conocer el verdadero significado de la palabra “incesto”, así que me fui a la Biblioteca Nacional y estuve varios días revisando libros antiguos y pergaminos. Pronto descubrí que sus orígenes se remontaban muchos siglos atrás, así que me fui al Museo de Antropología y allí estuve revisando tablillas de arcilla y pinturas rupestres, hasta descubrir que sus orígenes vienen de tan atrás que se remontan hasta la época de los cuentos, concretamente al de “Caperucita Roja”.

Seguro que vosotros conocéis este cuento, pero estoy seguro que no conocéis lo que pasó después, así que os lo voy a contar. Pasaron los años y Caperucita creció y se convirtió en una hermosa joven (vamos, que estaba muy buena), siempre alegre y cantarina (vamos, que era ligera de cascos), y siempre estaba coqueteando con todos, insinuándose, provocando (vamos, que era muy puta).

En estas que un día regresaba a su casa, como siempre con su caperuza roja y su cesto –aunque la abuelita ya hubiese muerto), cantando alegre como siempre aquello de “tran larán larito, vengo de dar un paseíto”, mientras la falda se le subía a cada salto. Entonces su padre, no pudiendo aguantarse más, le dijo: “Caperucita, te la voy a meter por donde nadie te la ha metido”. Al oís aquellas palabras, Caperucita, sin inmutarse lo más mínimo, respondió a su padre: “¡Pues como no sea en el cesto!”. De ahí la palabra “incesto”, es decir: en el cesto, dentro del cesto.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

El Dodo y yo

Cuando nacemos nos ponen unos pañales a los que se conoce popularmente como “dodotis” (que viene de la marca que los introdujo: Dodot), quizás como una premonición de lo que nos aguarda en el futuro: extinguirnos como el Dodo (ver imagen de tan simpática pero tonta ave). Pues igual que el Dodo así pasamos todos por esta vida y tan sólo quedará de nosotros un leve recuerdo que se irá apagando con el tiempo.

Escuchaba hace poco en una película antigua, que lo verdaderamente valioso no es lo que hacemos ni lo que poseemos, sino el recuerdo amable que los demás guarden de nosotros. Bueno, en eso también nos parecemos al Dodo, un ave tan mansa, tan inocente, que acabó en el estómago de muchos y variados comensales.

No se puede escapar. No hay salida. Sólo nos queda caminar de forma alegre y patizamba por la vida, para disfrutar del momento y hacer que los demás disfruten también con nosotros y después, con nuestro recuerdo. Hasta que la última y débil llama del mismo se extinga igualmente en este rincón minúsculo y perdido del Universo.

¿Cómo te llamarías si fueses islandés?

¿Te gustaría saber cuál sería tu apellido si fueses islandés? Pues es muy sencillo: tu apellido será el nombre de tu padre, al que añadirás al final “son” (si eres chico) o “dottir” (si eres chica).

Por ejemplo, mi nombre en islandés sería: “Vicente Gasparson” (que significa, “Vicente, el hijo de Gaspar”, porque mi padre se llamaba Gaspar). Y si yo hubiera sido chica, me hubiera llamado “Vicenta Gaspardottir” (esto es, “Vicenta, la hija de Gaspar”).

Es así de sencillo. Cada islandés tiene su nombre y luego, como apellido, simplemente indican que son hijo o hija de su padre.

Ahora, prueba tú.

La sabiduría de Paco Jémez

El entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez, ha demostrado ser un magnífico entrenador, capaz de hacer que un equipo de medianías juegue un fútbol alegre, vistoso, incluso de calidad. 

También ha demostrado ser valiente, haciendo que su equipo juegue siempre al ataque aunque eso le cueste perder por goleada, o siendo capaz de responder con la cruda verdad a preguntas comprometidas. 

Pero, con todo, la sabiduría de Paco Jémez se ha puesto de manifiesto con esta acertadísima frase: “Para tener enemigos no necesitas meterte en ninguna guerra; basta con decir lo que piensas”.

Ya es hora de acabar con los ladrones

A la hora de votar se supone que cada uno revisa los programas de los partidos y después vota a aquél que defiende los mismos ideales; aunque la realidad demuestra que después se vota al que cae más simpático.

Pero haciendo un ejercicio teórico, y suponiendo que uno analiza los planteamientos de los partidos, sin duda encontrará que está de acuerdo en muchas cosas con un partido y en alguna con otro. Pero como no se puede votar por propuestas, sino al paquete completo propuesto por un partido político, de lo que se trata es de marcarse prioridades.

En mi caso, la prioridad es clara: votar a aquél partido que esté dispuesto a quitar los privilegios a los políticos y acabar con el robo descarado. ¿Qué luego no estoy de acuerdo con una o muchas de sus otras propuestas? Me da igual. Lo diré más claro: me da exactamente igual. Para mí sólo hay un objetivo: acabar con los ladrones.

Izquierdas y derechas ya son historia

Como auténticos borregos hemos caído en la trampa de los partidos políticos para repartirse entre ellos el pastel. Cada uno creó su falso posicionamiento al que llamaron “izquierda” y “derecha” para que cada cual votase a aquél partido por el que prefiriese ser robado. Incluso en algunas regiones de España se fue más allá y se dividió en “partidos nacionalistas” y “partidos nacionales”, porque cada cual quería mangonear a su antojo en su corral (nunca mejor dicho puesto que las urnas son el matadero al que acuden los votantes borregos).

Sin embargo parece que la cosa ha cambiado y nos han abierto los ojos: ya no hay partidos de derechas o de izquierdas, lo que hay son partidos que roban y partidos que quieren acabar con la corrupción y quitar los privilegios a los políticos.

Aunque las recientes encuestas señalan el fin del bipartidismo, no nos engañemos, la victoria no va a ser fácil; los de las tarjetas opacas, el dinero B, las cuentas en Suiza y en Andorra, los ERES fraudulentos, las cacicadas en los Ayuntamientos... todos esos no van a soltar el chollo así por las buenas y se dedicarán a calumniar, mentir (como siempre han hecho porque eso se les da muy bien), prometer (tienen gran experiencia en prometer lo contrario de lo que hacen), distraer la atención, etc.

Por eso conviene tener muy presente que ya no hay ni izquierdas ni derechas, sólo dos opciones: ladrones o gente dispuesta a acabar con la corrupción.

El dinero no lo es todo

También los futbolistas pueden ser grandes filósofos y darnos lecciones de vida; por ello me llamó favorablemente la atención una frase pronunciada por el central del Atlético de Madrid, el uruguayo Diego Godín: “Es cierto que el fútbol es un trabajo y que uno trabaja para ganar dinero, pero cuando hay tantos sentimientos de por medio, es muy difícil cambiar de entidad para ganar un poco más de dinero”.

Por experiencia propia puedo decir que yo también lo he sentido así y en una ocasión rechacé en última instancia (cuando ya casi me iba a incorporar a esa otra empresa) una importante oferta para cambiar de empresa porque descubrí que eso supondría dejar el equipo humano del que formaba parte y el afecto que todos nos teníamos. Así lo cuento en: "Viaje al centro de los laboratorios"