¡Quién nos lo iba a decir! Tantos años escuchando que España
era “la reserva espiritual de Occidente” y que Rusia era poco menos que el
diablo y ahora resulta que es justo al revés. En la España de hoy está “bien
visto” insultar y mofarse de la religión católica y hasta se subvencionan con
fondos públicos exposiciones sacrílegas o se autorizan “procesiones ateas”.
En cambio en Rusia, el Parlamento acaba de admitir a trámite
un proyecto de ley que castigará "la ofensa de sentimientos y convicciones
religiosas". Las penas podrán llegar hasta los 3 años de prisión, multas de
hasta 9.000 euros o trabajos sociales de hasta 200 horas. También se castigará
la profanación de objetos de culto religioso, con penas que pueden llegar hasta los
5 años de cárcel, multas de hasta 14.000 euros o trabajos sociales de hasta 400
horas. E incluso se castigará la destrucción o profanación de literatura
religiosa, símbolos y emblemas de las religiones.
Pero esta ley que se prepara no es un acto dictatorial, sino
que cuenta con el apoyo del 80 por ciento de los ciudadanos rusos.
Parece increíble, pero los polos se han invertido. Rusia se
convierte en defensora de las religiones y España se ha convertido en el
enemigo de la religión católica (aunque también en consentidor del Islam ya que
a estos últimos les tiene miedo). España, además de infame.... cobarde.
Detrás de una serie de televisión, aparentemente frívola e inmoral, se escondía una lección suprema de moralidad.
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