Mal que les pese a las feministas, hombres y mujeres somos
diferentes; y si no te lo crees, fíjate en estas dos situaciones y los
postulados matemáticos que las acompañan:
Haciendo caca:
Las mujeres irán solas al váter y –contra todo pronóstico-
terminarán enseguida. Por el contrario, los hombres se llevarán algo de lectura
y –como esta sea interesante- se pasarán allí un buen rato.
Principio matemático: El tiempo de permanencia de un hombre en
el váter (a diferencia de lo que sucede con las mujeres) no depende de su estado de estreñimiento o diarrea, sino del interés
de la lectura que se haya llevado para acompañarle en ese momento.
En los grandes almacenes:
Las mujeres se pasarán todo el tiempo en la sección de ropa
o de artículos de belleza o de complementos del vestir; los hombres, por el
contrario, escaparán de allí (si les dejan) y se irán derechos (si es que
pueden) a la sección de bricolage o de informática o de deportes.
Principio matemático: La atracción que ciertas secciones de grandes almacenes y centros comerciales ejercen sobre las mujeres repele con la misma fuerza a los hombres; y
viceversa.
1 comentario:
El primer principio matemático no se cumple siempre...por ejemplo si la mujer toma lactulosa...
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