Con la apertura de nuevas Facultades de Medicina en diversas capitales de provincia se espera paliar el déficit de médicos que “ahora” se padece en las mismas.
Primer error: hasta “dentro de una década” esa hornada no estará en condiciones de ejercer la Medicina.
Segundo error: ¿Quién asegura que quienes acaben la carrera querrán quedarse en esa provincia? Algunos, por supuesto que sí, pero... ¿todos?
Tercer error: Si, por poner un ejemplo, van a salir 55 nuevos médicos en la primera hornada y se necesitan 3 anestesistas, 10 pediatras, 1 de digestivo, 1 oftalmólogo y 40 de atención primaria (es decir, 55 médicos) ¿quién garantiza que esos de esos 55 estudiantes 10 van a querer ser pediatras y quedarse en esa provincia, 1 ser oftalmólogo y quedarse allí, etc.? ¿Y si 30 quieren ser anestesistas? ¿Y si muchos de ellos quieren ejercer una especialidad que ya está bien cubierta allí? Como se ve, es totalmente imposible que la generación saliente reparta sus preferencias exactamente en la misma manera que las necesidades.
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