viernes, 31 de enero de 2020
El colmo de un actor
¿Sabes cuál es el colmo de un actor? Pues que el autor de la obra le diga algo y el actor lo malinterprete.
martes, 28 de enero de 2020
El cuaderno de Fisac
Tomando una cabecera que mantenía desde hace varios años
pero sin contenidos, he retomado un nuevo blog titulado “El cuaderno de
Fisac”.
Esto no significa que abandone mis otros blogs, sino que
añado este otro a los mismos porque si de algo voy sobrado es de imaginación y
de afición por escribir.
¡Que ustedes lo disfruten! Este es el enlace:
sábado, 25 de enero de 2020
Los hijos
olvidando poco a poco mi presencia.
Como si yo no existiese
se ha ensanchado a su capricho
y su sombra se ha escapado
alargada, al infinito.
Ahora me acerco al árbol
y ya no alcanzo sus ramas,
me recuesto sobre él
y nada escucho ni siento;
madera recia, corteza áspera,
copa altiva... vacío dentro.
Una rama graciosa me hace guiños en el suelo,
intento acariciarla para jugar con ella...
pero sólo es un reflejo, es la sombra que proyecta
inalcanzable a mis dedos.
Y yo quise tanto a ese árbol que a diario me ofrecía
una sonrisa, un brote nuevo,
y se mecía en la brisa alimentado de versos...
Y yo quise tanto a ese árbol ahora extraño,
que ha crecido y ha mutado
hasta hacerse tan distinto
que no hay ya quien lo conozca.
Aunque el árbol no se mueva,
anclado fuerte a la tierra,
me acerco a él y no veo
nada que antes me diera.
Ese árbol se hizo grande,
olvidando su memoria,
y ahora paso a su lado
sin sentir –aunque haga sol-
el frescor de suave sombra.
También los hijos nos crecen
y sin moverse se alejan,
olvidando a quien les dio
el amor y un GPS
que les guiara en la tierra.
viernes, 24 de enero de 2020
Y el mundo volvió a girar de nuevo
Aquél fue un verano fantástico y eso que los días pasaron tan deprisa que se quedó corto para tantos planes como tenía. Tenía planes... pero no te tenía a ti, aún no te había conocido. Pero surgió de pronto la oportunidad de conocernos, el encuentro en aquella fiesta junto a la playa a la luz de la luna. Después, la luz del sol nos descubrió que todo cuanto habíamos soñado la noche anterior era más hermoso aún, y tus ojos desprendían una luz que me dejaba pegado a ti como una polilla junto a un farol nocturno.
A medida que nos fuimos conociendo descubrimos que la atracción inicial que sentimos se hacía más fuerte cada día. Pero llegó el final y debimos separarnos. ¡Qué tristeza aquella tarde!... Te acompañé a la pequeña estación de ferrocarril del pueblo y miramos nuestros ojos en silencio. Tenías que subir al tren y tu mano soltó la mía. Las luces de la estación brillaban ahora más en tus ojos y te ofrecí un pañuelo con la inicial de mi nombre grabada en azul en un extremo. Lo tomaste con cuidado y subiste con él al vagón, y ya dentro, desde la ventanilla, me diste el último adiós y me enviaste tu último beso.
¿Qué pasó después? ¿Hubo cartas? ¿Alguna llamada? Bueno, creo que sí, que una vez te llamé y estabas ocupada o algo así me dijeron. La decepción anegó mi deseo. No insistí más. No eran, como ahora, los años de los móviles, de Internet, de Whats up... eran tiempos más románticos de pedir conferencias a la teleoperadora y esperar muchos minutos a que se estableciera la llamada, eran tiempos de cartas escritas en papel en un sobre y con un sello, eran tiempos del pasado, ese lugar que almacena los recuerdos.
Después pasaron muchos años, pasaron muchas risas y también algunos duelos. Y por pasar, pasé un buen día por el centro de la ciudad y las luces de un local me atrajeron. Eran cuadros, de paisajes, de momentos, del color de los recuerdos. Sin nada más que hacer entré en la galería y disfruté del colorido intenso, de la perspectiva, de los trazos sueltos, de paisajes y ciudades, y... de pronto, el silencio y un tam tam que golpeó mi pecho. Mis ojos se posaron en un cuadro y el corazón bombeó sangre a presión por todo el cuerpo. Era la despedida de dos amantes, ella en el tren, él abajo un poquito más lejos. Tras el cristal de la ventanilla del vagón ella sostenía en alto un pañuelo, pero no era un pañuelo cualquiera, era... el que yo te entregué aquél día. ¡Podía verse mi inicial grabada en azul en un extremo! ¡Eras tú! ¡Era yo! ¡Éramos tú y yo en aquél mágico momento!
Me acerqué a una mesa para pedir información sobre el pintor capaz de recrear con tal precisión aquél instante inolvidable que se grabó tan dentro. Una mujer que estaba allí, rodeada de programas y proyectos, se giró y me miró intrigada. “¿Quién es este pintor? Me gustaría contactar con él?”, le pregunté. “Soy yo”, respondió ella.
¡No podía ser verdad! ¡Era ella, convertida en pintora de éxito! ¡Y allí estaba yo, jubilado disfrutando de mi tiempo! Nos quedamos en silencio. Nos miramos a los ojos y en el fondo de las pupilas se descorrió el tiempo. Unas lágrimas asomaron tímidamente a nuestros ojos... Entonces ella sacó un pañuelo. “Es tuyo”, me dijo. Y el mundo volvió a girar de nuevo.
jueves, 23 de enero de 2020
Paradojas: Famosos desconocidos
La contratación de personas famosas para anunciar productos es una práctica muy extendida, la cual tiene tanto defensores (piensan que la popularidad del famoso se trasladará al producto) como detractores (creen que el famoso acaparará toda la atención en detrimento del producto). Pero no vamos a entrar hoy en este debate sino en otro realmente sorprendente: la contratación de famosos desconocidos. Sí, ya sé que suena a paradoja, pero es una realidad que a diario nos asalta.
Ciertas compañías piensan que contratar a un famoso trasladará esa popularidad a su producto, así que tantean el mercado para ver qué famoso pueden contratar. Pronto se dan cuenta que los famosos cobran mucho, mucho más que cualquier modelo profesional, y cuanto más famosos son, más cobran. Ese jarro de agua fría que ahoga las aspiraciones del presupuesto que habían destinado, no logra sin embargo apagarlo por completo, y la luz de esos rescoldos les anima a buscar un famoso que cobre menos, o sea, un famoso que sea menos conocido.
Al final encuentran, por fin, lo que anhelaban. Ya tienen un personaje famoso para anunciar su producto... pero recapacitando, se dan cuenta que mucha gente no va a saber quién es ese que aparece en la foto o el spot, en cuyo caso la contratación de ese famoso desconocido resulta una estupidez y un despilfarro de dinero. De ahí surge la solución: poner un texto en el anuncio en donde se diga quién es ese famoso tan poco conocido. Y digo yo, ¿si es famoso por qué necesita presentaciones? ¿y si las necesita por qué se le paga más que a un modelo profesional?
Lo ilustraremos con un ejemplo, aunque los hay a miles. McDonald’s contrató para una campaña de publicidad a Mack Viñales, pero como este deportista sólo es famoso entre los seguidores del motociclismo, sólo es ligeramente conocido entre los amantes de los deportes, y completamente desconocido para la población general, han tenido que escribir en el anuncio quién es ese personaje y como ni por esas llega la gente a reconocerlo, han tenido que añadir en qué deporte es una figura destacada: “Mack Viñales. Piloto de Moto GP” han tenido que poner en el anuncio porque si no, la mayoría de los mortales pensaríamos que ese joven es tan solo un modelo contratado para el anuncio, e ignoraríamos que la compañía se ha gastado mucho más dinero en su contratación ya que su caché está por encima del de cualquier modelo.
Si se hubiera contratado a Mack Viñales para un anuncio de algún producto o servicio relacionado con el motociclismo, hubiera sido un acierto ya que todos los clientes potenciales lo reconocerían al instante y trasladarían a la marca los valores de este piloto; sin embargo, anunciando un producto dirigido a toda la población, la inmensa mayoría de los clientes potenciales lo miran con indiferencia porque no saben quién es. PD.- ¿Y para eso se han gastado el dinero?
lunes, 13 de enero de 2020
La mentira de los Reyes Magos
Hoy al despertarnos hemos ido corriendo a ver qué regalos nos han traído los Reyes Magos. La alegría de ver juntos tantos paquetes y abrirlos para descubrir qué encierran nos ha hecho olvidar la realidad de los hechos en que se basa esta tradición y ha vuelto a reforzar las mentiras y los inventos acumulados a lo largo de los siglos y que hoy día todos damos por ciertos sin tomarnos la molestia o la simple curiosidad de investigar un poquito qué hay de cierto en todo esto.
Y lo que hay de cierto es que todo eso que creemos es inventado. No eran reyes, seguramente no eran magos, no se sabe si eran tres o dos o más de cuatro, no se sabe cómo se llamaban, se desconoce su procedencia exacta al igual que se desconoce de qué raza eran, tampoco se sabe qué es lo que regaló cada uno de ellos. Veamos…
De los cuatro Evangelios, sólo el de Mateo habla de este episodio; los otros tres Evangelios lo ignoran. En el de Mateo se dice que unos (no dice cuántos ni cómo se llamaban) magos (no hay unanimidad en la traducción de esta palabra, siendo más los que se inclinan por “sabios”) de Oriente (no especifica más, por lo tanto no sabemos de qué país o países procedían) llegaron a Jerusalén, etc. etc. Fueron a adorar al recién nacido y le ofrecieron oro, incienso y mirra (no se dice quién regaló cada cosa, y precisamente el que fuesen tres regalos ha hecho suponer que eran tres los reyes, pero sólo es una suposición). Después se cuenta que alertados en sueños decidieron regresar sin contarle nada a Herodes (por cierto, tampoco se dice nada sobre la forma en que viajaron, si en camellos, en caballos, en carros, con séquito, sin séquito, etc., es decir, nada de nada).
Sobre estas pocas líneas del Evangelio de Mateo se ha levantado toda una parafernalia e historia inventada que todo el mundo da por cierta. Parece ser que las primeras referencias, después de este Evangelio, datan del siglo XV (es decir, escrito 1.500 años después de los hechos narrados) de un documento llamado “Excerpta latina barbari” en donde se habla de estos personajes y se dice que eran tres y se llamaban Melichor, Gathaspa y Bithisarea. También de aquella época data un evangelio apócrifo armenio en donde se les llama Melkon (que era persa y regaló mirra y otras especias aromáticas y medicinales), Gaspard (que era indio y regaló incienso y más especias aromáticas y medicinales) y Balthazar (que era árabe y regaló oro y piedras preciosas). Y después se siguieron añadiendo datos y características inventadas para dar forma a un relato y una tradición que sigue viva en nuestros días, aunque con notables diferencias como puede apreciarse si nos molestamos en comparar cuadros e ilustraciones relativas a este episodio a lo largo de los siglos.
Por consiguiente, si hemos de atenernos a la Biblia, y en concreto al único Evangelio que habla de esto, sólo podemos dar como hecho histórico que unos sabios de Oriente fueron a ver a Jesús y le regalaron oro, incienso y mirra. Todo lo demás es inventado. Ni sabemos cuántos eran, ni cómo se llamaban, ni de dónde venían, ni cómo llegaron. Pero ya se sabe que en esto, como en todo: una mentira repetida muchas veces acaba creyéndose como una verdad incuestionable.
domingo, 12 de enero de 2020
La Naturaleza es una oración
En su obra “Pan” el escritor y premio nobel noruego Knut
Hamsun, hace un encendido elogio de la Naturaleza. En uno de sus capítulos, en
concreto, hace una oración que –aunque el propio protagonista la llama pagana-
no puede estar más imbuida de una religiosidad profunda, una religiosidad
verdadera ya que, como dijo alguien “Dios no entiende de religiones”.
Esta es la oración:
“¡Gracias desde el fondo de mi ser por las calladas
noches, por las montañas violáceas en crepúsculo, por el ruido del mar que
repercute en mí cual si fuera yo roca viva; gracias por esta vida que no
merecí, por el aliento que dilata mi pecho y por la gracia suprema de vivir
esta noche, en que la presencia de Dios se siente en el aliento de la tierra y
en el susurro de los árboles, y en el silencio de los animales, y en la
atmósfera, y en el rutilar remoto de los astros… Gracias por dejarme percibir
que la mano divina ha tejido con amor igual la vasta maravilla del mundo y el
prodigio humilde de mi existencia… Gratitud infinita crezca en mí por ver en el
espejo de mis ojos el cabecear del bosque, la tela de araña, la rosa, la espina
y el cielo; por escuchar la barca que entra en el puerto con acompasado remar,
por ver la aurora boreal que ilumina el cielo hacia el Norte. Gracias, Señor,
por haberme dado esta alma inmortal en tu infinita grandeza; gracias, en fin,
por ser yo el que estoy sentado aquí, gozando el silencio sugeridor de este
espectáculo nocturno, cuya belleza incomparable pone casi lágrimas en los ojos
y risa en los labios!”.
Si en algún sitio puede sentirse la presencia de Dios ese
lugar no es otro que la naturaleza, cuando sabemos fundirnos con ella en un
abrazo.
sábado, 11 de enero de 2020
Elogio de la Naturaleza
Uno de los escritores que más admirablemente han descrito
las emociones que transmite la comunión con la Naturaleza ha sido el premio
nobel noruego, Knut Hamsun. En su obra “Pan” deja algunos párrafos memorables
de la sensación que proporciona contemplar la grandiosidad de la naturaleza
incluso en sus más minúsculo detalles. Este es un ejemplo de cómo algo tan
nimio, tan simple, tan insignificante, tan poco digno –aparentemente – de atención,
es una obra maestra que colma de satisfacción nuestros sentidos:
“Un gusanillo verde escalaba, infatigable, un árbol; sus
ojos, casi ciegos, apenas le servían y a veces erguíase y palpaba en el vacío,
temeroso de nuevos obstáculos, semejante a un hilo verde que cosiera por sí
solo, misteriosamente”.
Y así, nos narra en esta misma obra, a qué extremos llega
su amor por la Naturaleza:
“Movido por esta ternura que impele mi amor hacia las
cosas más menudas, me inclino y recojo una ramilla seca: está casi podrida, su
endeble corteza no ha podido preservarla de la muerte… Al proseguir no la tiro
lejos sino que vuelvo a inclinarme para dejarla en el mismo sitio, sin
violencia, como si fuera un ser sensible; y aun antes de alejarme, me vuelvo a
mirarla con los ojos nublados; sin darme plena cuenta de que hay una fuerza
ingenua, grande y nueva en mí, que me dicta esta ternura y este adiós”.
¡Ojalá que todos los seres humanos que habitamos en este
momento nuestro deteriorado planeta, fuésemos capaces de ver y de sentir la
naturaleza von estos ojos.
viernes, 10 de enero de 2020
Automovilistas: Hay que mirar bien los bajos
Todo aquél que quiera comprar un coche ya sabe que lo más
importante es la parte de atrás (de la modelo) y si quiere llevar el coche al
taller, siempre nos recuerdan con agrado que hay que mirar y revisar bien los
bajos.
En el documento adjunto queda bien claro qué es lo más
importante para un automovilista: la parte trasera… de la modelo. Y aunque este
documento es de hace bastantes años, parece que muchas décadas después seguimos
exactamente igual.
jueves, 9 de enero de 2020
La cerveza te hace más guapo
Por si no lo sabías, la cerveza no sólo es una bebida
natural, sana y apta para toda la familia (tal como hemos comentado en post
anteriores) sino que también obra milagros: convierte en guapos a los feos. Sí,
sí, como lo has leído. Si eres feo y las mujeres huyen de tu lado, no tienes
mas que beber cerveza y te convertirás en el hombre más sexy del mundo.
Y no lo decimos nosotros, sino los norteamericanos, que
son más listos. Véase la prueba en el documento gráfico adjunto.
martes, 7 de enero de 2020
Arquitecto de palabras
El
término “architectus” define al jefe de una construcción, pero el latín lo tomó
de dos palabras griegas: archos (principal) y tecton (obra). Si lo trasladamos
al terreno de la Poesía (transmisión de emociones y sentimientos a través de
las palabras), podremos entender que “Arquitecto de emociones” recoge lo
principal de la obra poética del autor.
Los
ladrillos son las palabras, los versos son las vigas que sustentan el edificio
y las estrofas son las habitaciones y dependencias por donde transitará el
lector. El poema final será el edificio que mostrará en su conjunto cómo algo
abstracto (emociones y sentimientos) se transforman en algo tangible (los
poemas).
“Arquitecto
de emociones” consta de dos partes: el último libro de poemas de Vicente Fisac,
“Después de medio siglo”, y una selección de “Las 100 mejores poesías” de este
autor, ofreciendo una amplia panorámica de su producción poética a lo largo de
las seis últimas décadas.
“Arquitecto
de emociones”, Vicente Fisac
Disponible
en Amazon (www.amazon.es) en ediciones
digital e impresa
lunes, 6 de enero de 2020
¿Cuántos FISAC hay en España?
Según
datos del Instituto Nacional de Estadística de Enero 2018, hay censados en
España 217 personas que llevan Fisac como primer apellido y 165 con Fisac como
segundo apellido, esto
es, un total de
382 personas con el apellido Fisac
en primero o segundo lugar. Sin embargo se sabe que existen más en el
extranjero, en Portugal con certeza, en Francia también, aunque habría que
confirmar si tienen alguna relación con los Fisac de España. Por lo que se
refiere a otros países, se desconoce este dato, aunque se estima que puede
haber en torno a los 2.000 en todo el mundo.
El último dato disponible de
las personas censadas en España con este apellido, en primer o segundo lugar
(INI, 2018) es el siguiente:
Provincia
|
Primer apellido
|
Segundo apellido
|
Albacete
|
5
|
-
|
Baleares
|
7
|
-
|
Barcelona
|
29
|
9
|
Burgos
|
18
|
-
|
Ciudad Real
|
28
|
22
|
Huelva
|
6
|
5
|
Madrid
|
80
|
73
|
Segovia
|
10
|
15
|
Valencia
|
5
|
-
|
Valladolid
|
7
|
5
|
TOTAL
|
217
|
165
|
Nota del INI: Para las
provincias seleccionadas se exige una frecuencia de al menos 5 en alguno de los
dos apellidos. Por esta razón, la frecuencia total nacional para algunos
apellidos puede no ser igual a la suma de las provincias que se muestran. Datos
procedentes de la Estadística del Padrón Continuo a fecha 1 de enero de 2018.
domingo, 5 de enero de 2020
Interrogantes en torno al apellido FISAC
Existen muchos interrogantes en torno al origen del
apellido Fisac. Para ello habría que consultar los archivos parroquiales de
Espinat y de Selves (archivos que ya no se encuentran en ninguna de las dos
localidades sino que están recogidos en el Archivo Diocesano de Saint Flour).
Biografía y época de un médico rural de Daimiel que fue investigador, epidemiólogo, inventor, ecologista, periodista, poeta y autor y actor teatral...
Con relación al posible parentesco entre Juan Fichac
Rigaud y Juan Fisht del Fous, existe una leyenda que habla de una herencia que
o bien Juan Fichac Rigaud o bien sus hijos (por estar él ya fallecido) debían
cobrar en Francia. Una versión de la leyenda cuenta que un Fisac de Francia
(Juan Fisht del Fous) se encargaría de traer la herencia a Daimiel, familiar
que nunca llegó a regresar a Francia porque a su vuelta se estableció en
Robregordo (lugar de paso obligado entre Francia y Daimiel). Otra versión habla
de que el propio Juan Fichac Rigaud (o alguno de sus hijos) fue a Francia a
cobrar la herencia, trayéndose consigo a un familiar (Juan Fisht del Fous) que
se estableció en Robregordo. Ninguna de las dos versiones está documentalmente
demostrada, y en cualquiera de los dos
casos parece poco probable que fuera Juan Fichac Rigaud el destinatario de la
herencia (ya que falleció en 1783, nueve años antes del primer matrimonio de
Juan Fisht del Fous), en todo caso serían sus hijos.
Sería interesante poder averiguar si existe alguna
relación entre los Fisac de España y los Fisac actualmente establecidos en
Francia (pudiera ser que algún Fisac español emigrara en algún momento a
Francia dando lugar a descendencia en aquél país).También sería interesante
poder conocer si existe algún tipo de relación entre los Fisac y otros
apellidos parecidos como Fisas, Fisad, Fisaz, Fisa, etc.
En cuanto al escudo heráldico, se dice en algunos libros
que el apellido Fisac es originario de Cataluña; ahora bien, esos Fisac
¿provienen de algún descendiente de las ramas de Daimiel o de Robregordo que se
estableciera por Cataluña? ¿O existe otro apellido Fisac originario de Cataluña
que nada tiene que ver con los de Daimiel y Robregordo salvo el que comparten
la misma grafía?
En esos mismos libros de Heráldica se describe como el
escudo de armas de la familia Fisac el siguiente: “En plata, una torre de
piedra con un escala arrimada a sus muros, por la que sube un guerrero con una
espada desnuda en la mano diestra. Bordura de azur, con ocho aspas de oro”.
Este escudo ¿es el escudo de todos los Fisac de España? ¿O sólo de los de
Cataluña?
Se estima, por simple estadística, que descendientes de
“los dos franceses” (Juan Fichac Rigaud y Juan Fisht del Fous) que estén vivos
en la actualidad (conservando el apellido o habiéndolo perdido, pero en
cualquier caso “con sangre Fisac corriendo por sus venas”) podría haber más de
20.000 en todo el mundo.
Biografía y época de un médico rural de Daimiel que fue investigador, epidemiólogo, inventor, ecologista, periodista, poeta y autor y actor teatral...
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periodista y poeta”: https://amzn.to/3bRZpfZ
sábado, 4 de enero de 2020
Historia del apellido FISAC
La historia comienza en torno al año 1734 cuando Juan
Fichac Rigaud, militar francés, llega a Madrid (según parece huyendo de Francia
tras una disputa amorosa) y conoce a la daimieleña María Jerónima Fernández
Infante López de Torres, a quien sigue hasta Daimiel (Ciudad Real), contrayendo
matrimonio pese a los recelos de los padres de ella. Este matrimonio daría
lugar a 13 hijos de los cuales descienden todos los Fisac pertenecientes a la
“primera rama” (cronológicamente hablando) de los Fisac de España, conocida
como rama de Daimiel.
Si bien en Daimiel Juan Fichac Rigaud (ya registrado como
Juan Fisac) monta un comercio de paños –uno de los más importantes de la
localidad según se deduce del Catastro de Ensenada- se tiene entendido que en
Francia había sido militar, algo que podría tener bastante fundamento ya que de
generación en generación se ha ido transmitiendo que su casa (que estuvo
situada en las inmediaciones de la Plaza de Lepanto en Daimiel) era conocida en
tiempos como La casa del Brigadier.
Por otra parte, unos 60 años después de la llegada de
Juan Fichac a Daimiel, y en plena Revolución Francesa, llega Juan Fisht del
Fous a Robregordo (provincia de Madrid), donde contrae matrimonio en 1792 con
María de la Paz González Gómez, con quien tendría 3 hijos. A la muerte de ésta
se casa en segundas nupcias con Josefa González Martín, quien le da una hija y
vuelve a dejarle viudo. Finalmente vuelve a contraer matrimonio con María
Jiménez, no habiendo hijos en este
tercer matrimonio. De esos 4
hijos que tuvo de los dos
primeros matrimonios descenderían todos los Fisac pertenecientes a la “segunda
rama” (cronológicamente hablando) de los Fisac de España, conocida como rama de
Robregordo.
Según consta en los archivos parroquiales de Daimiel,
Juan Fichac Rigaud era oriundo de Espinat (pueblecito dependiente al
Departamento de Ytrac y dependiente del Obispado de Saint Flour). Por su parte,
según los archivos parroquiales de Robregordo, Juan Fisht del Fous era natural
de Selves, perteneciente a la jurisdicción de Aurillac y a la diócesis de Saint
Flour.
El hecho de que Espinat y Selves distasen entre sí tan
sólo 22 kilómetros hace pensar en la posibilidad de que Juan Fichac Rigaud y Juan Fisht del Fous
fueran parientes, extremo éste que a día de hoy está pendiente de confirmar.
Estas pequeñas poblaciones apenas distaban unos 50 kilómetros de la localidad
francesa de Figeac (“Fijac” en occitano), cuya pronunciación es algo así como
“fishák” o “fitsát”, respectivamente.
Cabe suponer que al contraer matrimonio en España, tanto
Juan Fichac Rigaud como Juan Fisht del Fous, quienes estuvieran encargados de
realizar las inscripciones en los libros parroquiales castellanizaran los
apellidos transcribiendo lo que “buenamente” entendían; siendo para el de
Daimiel “Fichac” lo fonéticamente más próximo a la pronunciación en francés de
la localidad de Figeac (fishac) y para el de Robregordo Fisht al escuchar la
pronunciación en occitano de la localidad de Figeac (fitsat).
Es posteriormente, en las inscripciones de los bautismos
de sus hijos, cuando los apellidos Fichac y Fisht derivan en ambos casos hacia
Fisac, que es como se escribe desde entonces. En el caso concreto de Daimiel,
ya en el año 1752 el propio Juan Fichac –que poseía una tienda de paños- estaba
reconocido en documentos públicos como Juan Fisac.
Se trataría, pues, de un apellido de origen toponímico,
como tenemos en España los apellidos Sevilla, Cuenca, Ávila, Valencia o tantos
otros.
viernes, 3 de enero de 2020
Pero ¿qué significa FISAC?
Puede que más de uno escriba “FISAC” en Google y se
encuentre con las más variopintas alternativas… porque “FISAC” son muchas
cosas.
En primer lugar hemos de decir que se trata de un
apellido que da mucho trabajo cada vez que hay que decirlo en la recepción de
un hotel o en la ventanilla de cualquier oficina:
- ¿Cómo se
llama? –nos preguntan
- Fisac
–respondemos.
- ¿Cómo
dice?
- Espere,
se lo voy a deletrear: F de Francia, I de Italia, S de Sevilla, A de Alemania y
C de Cádiz.
Afortunados son aquellos cuyo apellido es Rodríguez o
García, porque en ese caso no tendrán que deletrear más palabras. Pero aún así,
aun deletreando el apellido, después aparece escrito el apellido como: Fisal,
Fisas, Fisco, Fiscal, Fichac, Fizac, Fichal…
Es un apellido poco corriente, como poco corriente es el
autor de este blog, un periodista y escritor que ha alcanzado un acuerdo con
Amazon para poner al alcance de todo aquél que quiera su amplia producción
bibliográfica (tanto en ediciones impresas de sus libros como en ediciones
digitales que sólo cuestan 5 euros). Pero también –y para los curiosos- diremos
a continuación qué otras cosas significa la palabra “FISAC”; estas son las más
conocidas:
1.- FISAC.- Fundación de Investigaciones Sociales A.C.
Fundación civil mexicana para promover estilos de vida
saludables y fomentar valores cívicos y culturales. En lucha permanente contra
el alcoholismo-
2.- FISAC.- Federation Internationale de Saut a la Corde
Federación que ha convertido la práctica de saltar a la
cuerda en un deporte competitivo a nivel internacional.
3.- FISAC.- Federal Information Services and
Applications Council
Institución para ayudar en la aplicación de la tecnología
de la información de estado a los sistemas de información federales.
4.- FISAC.- Federal Information Systems Advisory
Committee
Comité para la administración de exportaciones sobre
cuestiones técnicas aplicables a las tecnologías de la información.
5.- FISAC.- Federazione Italiana Sindacati Assicurazioni
Credito
Organismo regulador de la legislación laboral italiana
que constituye un marco de referencia para las relaciones entre empleado,
empresa y sindicatos.
6.- FISAC.- Fellow of the International Society for
Analytical Cytology
Siglas que reconocen a los miembros de la Sociedad
Internacional de Citología Analítica como sujetos a sus normas de seguridad en
los experimentos con células.
7.- FISAC.- Fellow of the Incorporated Society of
Advertisement Consultants
Siglas que reconocen a los miembros de la Sociedad de
Consultores de Publicidad, comprometidos en elevar los estándares éticos.
8.- FISAC.- Fonds d'Intervention pour les Services
l'Artisanat et le Commerce
Fondo para financiar a través de subsidios, las
operaciones de empresas de comercio, artesanía y servicios.
9.- FISAC.- Fluorescence Imaging System of plants
leaves for Stress Analysis of Agricultural Cultures
Sistema de imágenes de flurorescencia de hojas de plantas
para análisis de proyectos de cultivos agrícolas.
Y quizás a estos nueve significados de la palabra “FISAC”
deberíamos añadir este otro:
10.- FISAC.- Fuente Inagotablemente Surtidora de
Abundancia Creativa
Siglas para definir el cerebro de Vicente Fisac, el autor
más inefable de todo el universo Internet.
jueves, 2 de enero de 2020
Tres días de enero
A veces se agolpan en unos días un montón de
coincidencias, casualidades o como se le quiera llamar. Con relación al autor
de este blog citaremos un ejemplo de cómo tres días de enero (aunque de
distintos años, lógicamente) nos quisieron dejar bien claro que había algo más
que una simple conexión literaria entre estos tres personajes:
El 6 de enero nació Gaspar Fisac Orovio (médico,
periodista y poeta), y abuelo del autor de este blog.
El 8 de enero nació Gaspar Fisac Clemente (farmacéutico y
poeta), y padre del autor de este blog.
Y entre medias de esas dos fechas, el 7 de enero, nació
Vicente Fisac Rodríguez (periodista y poeta, que trabajó en la industria
farmacéutica y en la organización médica colegial).
miércoles, 1 de enero de 2020
Simplemente… gracias
Nacido
en Madrid (1949) y criado en Daimiel (Ciudad Real) Vicente Fisac ha dedicado
toda su vida profesional a la Comunicación y el Periodismo. A los seis años
estuvo a punto de morir ahogado y, milagrosamente, su padre lo salvó en el
último instante trayéndole de nuevo a la luz. Desde entonces mostró una enorme
afición por la lectura y la escritura. A los siete años escribió su primera
novela (un pequeño relato). A los 12 años comenzó a escribir poesías. A los 13
años, su profesor de Literatura, Eloy Rada García, escribió al final de una de
sus redacciones: “Con toda alegría le felicito y le animo. Tal vez por este
camino que tiene pasos de niño, Vd. Llegue a dar pasos de gigante”. De los 16 a
los 19 años contó con la ayuda de otro profesor, Manuel Prieto Peromingo, para
guiarle en el oficio de escritor, de poeta y de la asignatura más importante:
la Vida.
Soñaba
con escribir y vivir de lo que escribiese. Soñaba con encontrar el amor de su
vida y formar una familia. Soñaba con ser independiente muy pronto. Soñaba con
viajar a los países nórdicos por los que sentía desde la infancia, una
inexplicable atracción…
A
los 21 años terminó la carrera de Publicidad, a los 22 años comenzó a trabajar
y el mismo día que cumplía 23 años se casó. Pudo vivir de lo que escribía,
aunque no fuesen poesías sino textos de anuncios, folletos, manuales, informes…
Fue progresando en su trabajo, dedicando cada vez más tiempo a escribir,
añadiendo a todo lo anterior los textos de anuncios para radio, para
televisión, programas audiovisuales… e instauró en su empresa un Gabinete de
Prensa unipersonal (él sólo) escribiendo y publicando artículos en revistas del
sector, redactando y enviando notas de prensa que después eran publicadas en
diversos medios de comunicación…
La
enseñanza de inglés que había recibido durante sus años de estudio era nefasta
y no hablaba inglés… algo imprescindible para seguir progresando
profesionalmente. Se pagó un curso de inmersión en inglés y salió
chapurreándolo. La empresa para la que trabajaba le pagó otro y salió
hablándolo. La empresa que daba los cursos le regaló un tercero… y ya estuvo en
condiciones de comunicarse en inglés. Así se lo contó al presidente del grupo
en España y este lo ascendió a Country Communication Manager para que se
dedicase por completo a su faceta de periodista en el nuevo giro que iba a
dar el grupo multinacional en el que
estaba trabajando.
A
partir de entonces dedicó el cien por cien de su tiempo a escribir artículos,
notas de prensa, libros, programas audiovisuales… y puso en marcha una revista
trimestral y un diario digital que llegó a convertirse en el segundo digital
sanitario más leído de la época. Y viajó por toda Europa y en especial por los
países nórdicos ya que tras fusiones, adquisiciones y nuevas fusiones, su
empresa se convirtió en una compañía internacional anglo-sueca y en el tercer
laboratorio farmacéutico más grande del mundo.
A
nivel familiar tuvo tres hijos y también viajó por toda Europa y en especial
por los países nórdicos, pero no como turista sino como amigo de noruegos e
islandeses con los que entabló amistad.
Finalmente
entró a trabajar en la Organización Médica Colegial afrontando el reto de
escribir discursos para los directivos, seguir escribiendo artículos y notas de
prensa y poniendo en marcha otro diario digital. Tras cuatro años en esta
última etapa alcanzó la edad necesaria para jubilarse y comenzar a publicar
toda la poesía que había escrito y seguía escribiendo, a escribir libros de
todo tipo (novela de ficción, novela histórica, historia, comunicación,
medicina, farmacia, enseñanza, periodismo, teatro, poesía, espiritualidad,
humor…) y a escribir en sus blogs todo cuanto se le antojaba.
Siempre
tuvo claro que los sueños se pueden conseguir… si se trabaja con intensidad y
constancia. Y siempre tuvo claro que en todo lo que hacemos y en todo lo que
nos pasa siempre hay una razón… aunque no sepamos cuál es. Porque esta vida es
sólo un breve estación de tránsito.
Gracias.
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