Cuando los periodistas reciben notas de prensa enviadas por
los gabinetes de prensa de las empresas, pueden hacer varias cosas: tirarlas a
la papelera, echarles un vistazo para tirarlas después, o leerlas con interés para después ponerse a escribir en base a ellas la correspondiente noticia. Claro que
también hay periodistas más vagos que prefieren aprovechar esa nota de prensa
(sobre todo si es interesante y está bien redactada) para ahorrarse ellos el
trabajo y entonces lo que hacen es transcribirla literalmente, con lo cual se
ahorran todo esfuerzo. Hasta ahí todo normal, pero en una
ocasión esta mala práctica periodística fue llevada hasta su más insólito
extremo.
Se iba a celebrar en Valencia un congreso agrícola en donde
mi empresa, ICI-Zeltia (hoy Syngenta), iba a tener una presencia destacada.
Como en Valencia había varios medios locales, en la nota de prensa que envié a
la revista Valencia Fruits (conocía personalmente a varios de los periodistas
que trabajaban allí), añadí al final una línea que decía: “Como voy a ir al
congreso espero que podamos vernos por allí”.
¿Cuál no sería mi sorpresa cuando vi la noticia publicada?
La había reproducido tal cual yo se la había enviado, pero tan “tal cual” que
incluso había puesto aquella última frase de carácter personal que añadí al
final: “Como voy a ir al congreso espero que podamos vernos por allí”. Así
acababa la noticia publicada en aquél número de Valencia Fruits. Increíble, pero cierto.
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