El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, ha
vendido su dignidad y la de su club por un miserable plato de lentejas... ¿o
habrá sido simplemente un ejercicio de pragmatismo? Veamos...
Entre Real Madrid y Atlético de Madrid existía un “pacto de
caballeros” mediante el cual, cada vez que ambos llegasen a la final de Copa,
esta se jugaría alternativamente en uno de sus respectivos campos. La última
vez esto sucedió en 1992 y esa final se jugó en el Bernabéu. No hace falta hacer
muchos cálculos para saber que esta vez tocaba en el Calderón.
Pero el Real Madrid de Mouriño tiene poco de “caballero” y
ellos no aceptaban jugar en campo contrario por lo que insistían en jugar en
campo propio o como mal menor en campo neutral. Callaban –además- que después
del 92 volvieron a jugar otra final de Copa también en su propio estadio aunque
esa vez fuese contra otro equipo; es decir, ya iban siendo demasiadas
excepciones (ningún otro equipo ha jugado tantas finales en su propio estadio) y
era hora de disputar la final en otro estadio.
Y en esto entró la Botella, alcaldesa de Madrid y madridista
confesa; y argumentó que de campo neutral nada, que la final tenía que jugarse
en Madrid porque eso supondría una publicidad impagable (la final se verá por
televisión en todo el mundo) para Madrid y su candidatura olímpica, y en el
estadio Bernabéu cabe más gente que en el Calderón (curioso que ahora piensen
en los seguidores cuando siempre se están olvidando de ellos a la hora de
programar los partidos en horas tan intespestivas y a precios tan desorbitados
que la gente prefiere verlos por la tele en vez de acudir al campo).
Así las cosas, presionaron a Cerezo y le dijeron que a si
aceptaba recibiría más dinero y para ello el Real Madrid renunció al 50% de los
ingresos que le corresponden siempre al propietario del estadio donde se juega.
Cerezo agachó la cabeza, se inclinó ante los poderosos y aceptó esas migajas
(unos cuantos miles de euros más)... ¿o quizás Cerezo, simplemente obró con
pragmatismo? Desde luego Cerezo no es tonto, sabe que todo está preparado para
que el Real Madrid (que este año ya no puede ganar la Liga) gane la Copa, sabe
que el Real Madrid tiene mejor plantilla (aunque no tiene mejor “equipo” que el
Atlético), tiene siempre los árbitros a su favor... total, que en su estadio o
en la Conchinchina, la final estaba amañada para que la ganase el Real Madrid,
así que optó por ganar lo único a lo que podía aspirar: dinero.
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