En esta ocasión dedico este
espacio a unas cuantas frases que he seleccionado del artículo que mi amigo
Enrique Sueiro, doctor en Comunicación, ha incluido en un artículo publicado en
El País. Dan mucho para pensar:
Los españoles se merecen un
Gobierno que comunique bien, incluidas las malas noticias.
Quien no escucha no percibe y,
por tanto, mutila su capacidad de cambiar y mejorar.
No contar todo no equivale a no
contar nada, sobre todo, si el silencio favorece la incertidumbre, el rumor o
la confusión.
El directivo prudente prevé lo
previsible y cuenta lo contable. Esta previsión le lleva a prometer menos y dar
más. En cualquier caso, no trata de ser mejor orador que persona.
Más vale estar callado y parecer
tonto que hablar y demostrarlo.
La precisión selecciona el
contenido informativo para evitar tanto la saturación como las dudas
irresueltas. A tiempo, ya que el reloj también importa: cierta comunicación o
es preventiva o no es comunicación.
Pedir perdón libera de un lastre
personal, directivo y corporativo. Conlleva rectificar y transforma debilidades
en fortalezas, amenazas en oportunidades.
Muchos dirigentes eluden pedir
perdón porque lo asocian a mostrar debilidad. Así es. Quizá olvidan que también
revela autenticidad. Personalmente, me interesa más ser auténtico que perfecto.
Y para acabar un viejo chiste:
El contexto permite encuadrar los
datos en la realidad. Un viejo chiste cuenta los resultados del ensayo en
ratones de un nuevo fármaco: el 33% se curó, el 33% murió y el tercer ratón se
escapó. Ya se ve que el porcentaje no es una referencia fiable si la muestra no
es significativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario