miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Quién gana con la “factura sombra”?

Recientemente la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la que oficialmente se denomina “factura sanitaria informativa” y popularmente se la conoce como “factura sombra”. Esta factura se va a ir entregando a todos los pacientes que reciban una prestación sanitaria (sea una intervención quirúrgica, una prueba diagnóstica o una atención en consulta), indicándoles lo que ha costado ese servicio aunque no tendrá que pagarlo (sólo es informativa). Se pretende con ello concienciar a los ciudadanos sobre lo que cuesta realmente la atención sanitaria que reciben, que sepan a qué se destinan sus impuestos y no abusen de estos servicios. Craso error, como veremos.

1.- Los importes que aparecen en esas facturas no son los reales de cada caso individual, sino que se trata de importes medios. Por consiguiente, no era necesario implantar este sistema, sino simplemente hacer unos carteles que, colocados en hospitales y centros de salud indicasen a los usuarios el precio medio de cada actuación sanitaria. De haberse hecho así, nos hubiéramos ahorrado los 250.000 euros que ha costado implantar este sistema en la CCAA de Madrid, y supongo que otro tanto similar en cada una de las CCAA en donde se ha instalado o se va a instalar. Es decir, en época de crisis y ahorros, se despilfarran 250.000 euros por CCAA en vez de haber resuelto este asunto con unos simples carteles y muchas declaraciones de políticos (que esas son gratis y siempre salen en todos los medios).

2.- Cuando una persona que tiene un seguro de coche a todo riesgo da parte de un siniestro y luego va a recoger el coche, lo primero que hace es echar un ojo a lo que ha costado y no tiene que pagar porque para eso está el seguro. Cuanto más cara haya sido la reparación, más contento se pone ya que se ha ahorrado él de pagar todo eso. Por consiguiente, decir lo que cuesta una cosa que no tienes que pagar, sólo induce a generar satisfacción cuanto más alto sea el importe, nunca a generar un sentimiento de culpa. Tan cierto es esto, que las compañías de seguros de coches tuvieron que inventar lo de las franquicias, o el límite de partes al año, para evitar los abusos.

3.- Finalmente, como estamos hablando de salud: ¿va a haber algún ciudadano que deje de operarse o de ir al médico ante una dolencia por sentimiento de responsabilidad colectiva? ¿Habrá alguien que diga “no me opero porque es muy caro y nuestra sanidad pública tiene que ahorrar”? Ja,ja,ja,ja

Como podéis comprobar, con la factura sombra no ganan los ciudadanos, ni los políticos, ni la sanidad pública… los únicos que ganan son los informáticos a quienes se ha pagado por implantar este sistema.

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