martes, 5 de julio de 2011

Coartar la libertad de expresión: eso sí que es una desgracia

Ahora que ya se han calmado un poco las aguas, quiero salir en defensa de Xavier Trias, nuevo alcalde de Barcelona, por la difusión de una fragmento de una conversación privada (repito: privada) que mantenía con un acompañante en el interior de un vehículo, mientras tomaban imágenes que se suponían eran de apoyo visual para un documental.

El acompañante le decía: "Lo que es jodido es que te venga algún yerno o alguien que sea perico o del Madrid". Y Xavier Trias respondía: “Hombre, no, no, eso no me ha pasado; si te pasa esto es una desgracia".

Y claro, todos los pericos que hay en el mundo y todos los madridistas que hay en el mundo, se han rasgado las vestiduras y se han autoflagelado ante una frase que –sobre todo cualquier lunes- se puede escuchar en cualquier corrillo donde se esté hablando de fútbol y no pasa absolutamente nada, salvo la consiguiente sonrisa.

Si yo fuese del Español o del Real Madrid (Dios no quiera esto último) me sentiría ofendido si Trias hiciese esas declaraciones en un acto oficial como alcalde de Barcelona. Sin embargo, él –y todo el mundo- en su vida privada puede decir y pensar (¡hasta ahí podríamos llegar!) lo que le de la gana.

Por lo tanto, si en toda esta historia hay algún culpable, ese no es Xavier Trias sino el periodista que difundió una conversación privada.

Es lo que pasa con frecuencia cuando el político de turno se cree que el micrófono ya ha sido desconectado y entonces le comenta cualquier chascarrillo a su acompañante. Esas declaraciones “privadas, personales, confidenciales, hechas como ser humano individual e independiente” no deben salir del círculo al que fueron hechas. Atenta a esa libertad individual quien las airea, y peca de hipócrita quien se escandaliza, porque en nuestro foro interno todos sabemos que cada cual tiene sus gustos y es lógico que los comparta en la esfera privada con quien le de la gana.

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