Muchas
personas han escuchado voces que han identificado como provenientes del más allá,
sobre todo cuando reconocían esa voz como la de algún familiar fallecido y al
escucharla no había en el entorno ningún ruido ni nada que pudiese haber
interferido y llevado a la confusión. Esas “voces del más allá” también han
sido registradas en grabaciones de sonido, unas veces de forma involuntaria
(estaban grabando otra cosa y de repente se colaba en la grabación esa voz
desconocida que, curiosamente, no la habían escuchado en directo pero sí cuando
se ponían a escuchar después lo que se había grabado) o de forma voluntaria
(cuando se dejaban aparatos de grabación en entornos propicios para que alguna
voz del más allá hiciese oír sus quejas, lugares tales como escenarios de algún
crimen, castillos, monasterios abandonados, etc.). A esas voces recogidas en
las grabaciones se le dio un nombre: psicofonías.
El debate sigue ahí. ¿Son voces del más allá o es cualquier otro fenómeno desconocido? De lo que no hay duda es que esas voces se cuelan en las grabaciones y todo el mundo puede escucharlas después y certificar que nadie ha manipulado los aparatos de grabación.
Resulta interesante repasar la historia de las psicofonías a través de un artículo titulado “La historia de las psicofonías” ( https://mundopandereta.blogspot.com/2024/10/la-historia-de-las-psicofonias.html ). De dicho artículo me permito destacar este párrafo:
“En 1959 llegamos a un momento clave en la historia de las psicofonías. Friedrich Jürgenson, un productor de cine, documentalista, pintor y músico sueco que es considerado, también, el pionero y padre de la investigación de las EVP o Fenómenos de Voces Electrónicas, registró con su magnetófono una voz muy cercana para él. Mientras se encontraba registrando el canto de las aves para un documental en una campiña cercana a su casa en Estocolmo, una voz familiar se coló en su grabación. Tras revisarla en varias ocasiones para identificar qué era eso que se había colado entre el canto de los pájaros, Jürgenson pudo descifrar el mensaje y de quién provenía. “Friedel, mi pequeño Friedel, ¿puedes oírme?”, fueron esas palabras que Jürgenson relacionó rápidamente con su difunta madre, puesto que ella era la única que le llamaba de esa manera. A partir de ahí, Friedrich Jürgenson inició una carrera centrada en la investigación repleta de decepciones, pero también de éxitos remarcables, además de relacionar directamente esas psicofonías con mensajes de difuntos”.
Por mi parte relataré un ejemplo comprobado y certificado por mí, aunque en esta ocasión no hubo grabación alguna sino sólo la escucha de una voz en condiciones tales que no existe para ello ninguna explicación “racional”. Sucedió hace unas décadas. Eran dos hermanos de avanzada edad y el mayor de ellos cayó enfermo cuando estaba en el pueblo, mientras el otro hermano, el menor, se hallaba lejos, en la capital. Rápidamente avisaron al hermano menor y este cogió el tren para desplazarse al pueblo e interesarse de cerca por la salud de su hermano y cuidarlo en lo que pudiera. Cuando estaba a mitad de camino, en el tren, escuchó la voz de su hermano que repetía dos veces, fuerte y claramente, su nombre. Al oír cómo le llamaba esa voz, que identificó sin lugar a dudas con la de su hermano mayor, se volvió pero no vio nada ni a nadie fuera de lo normal, no se escuchaba ningún ruido o ajetreo fuera de lo normal.
Por fin, cuando llegó al pueblo y se acercó a la casa para ver a su hermano enfermo, ya era tarde, había fallecido. Un tiempo después, el hermano menor habló con el médico que atendió a su hermano mayor en sus últimos instantes de vida y le preguntó si había dicho algo especial antes de morir. El médico le contestó que sí, que justo antes de expirar repitió dos veces el nombre de su hermano. Cuando le preguntó que a qué hora sucedió aquello, pudo comprobar que a esa hora exacta él se encontraba en el tren camino del pueblo, justo en el momento en que escuchó cómo repetían dos veces su nombre.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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El debate sigue ahí. ¿Son voces del más allá o es cualquier otro fenómeno desconocido? De lo que no hay duda es que esas voces se cuelan en las grabaciones y todo el mundo puede escucharlas después y certificar que nadie ha manipulado los aparatos de grabación.
Resulta interesante repasar la historia de las psicofonías a través de un artículo titulado “La historia de las psicofonías” ( https://mundopandereta.blogspot.com/2024/10/la-historia-de-las-psicofonias.html ). De dicho artículo me permito destacar este párrafo:
“En 1959 llegamos a un momento clave en la historia de las psicofonías. Friedrich Jürgenson, un productor de cine, documentalista, pintor y músico sueco que es considerado, también, el pionero y padre de la investigación de las EVP o Fenómenos de Voces Electrónicas, registró con su magnetófono una voz muy cercana para él. Mientras se encontraba registrando el canto de las aves para un documental en una campiña cercana a su casa en Estocolmo, una voz familiar se coló en su grabación. Tras revisarla en varias ocasiones para identificar qué era eso que se había colado entre el canto de los pájaros, Jürgenson pudo descifrar el mensaje y de quién provenía. “Friedel, mi pequeño Friedel, ¿puedes oírme?”, fueron esas palabras que Jürgenson relacionó rápidamente con su difunta madre, puesto que ella era la única que le llamaba de esa manera. A partir de ahí, Friedrich Jürgenson inició una carrera centrada en la investigación repleta de decepciones, pero también de éxitos remarcables, además de relacionar directamente esas psicofonías con mensajes de difuntos”.
Por mi parte relataré un ejemplo comprobado y certificado por mí, aunque en esta ocasión no hubo grabación alguna sino sólo la escucha de una voz en condiciones tales que no existe para ello ninguna explicación “racional”. Sucedió hace unas décadas. Eran dos hermanos de avanzada edad y el mayor de ellos cayó enfermo cuando estaba en el pueblo, mientras el otro hermano, el menor, se hallaba lejos, en la capital. Rápidamente avisaron al hermano menor y este cogió el tren para desplazarse al pueblo e interesarse de cerca por la salud de su hermano y cuidarlo en lo que pudiera. Cuando estaba a mitad de camino, en el tren, escuchó la voz de su hermano que repetía dos veces, fuerte y claramente, su nombre. Al oír cómo le llamaba esa voz, que identificó sin lugar a dudas con la de su hermano mayor, se volvió pero no vio nada ni a nadie fuera de lo normal, no se escuchaba ningún ruido o ajetreo fuera de lo normal.
Por fin, cuando llegó al pueblo y se acercó a la casa para ver a su hermano enfermo, ya era tarde, había fallecido. Un tiempo después, el hermano menor habló con el médico que atendió a su hermano mayor en sus últimos instantes de vida y le preguntó si había dicho algo especial antes de morir. El médico le contestó que sí, que justo antes de expirar repitió dos veces el nombre de su hermano. Cuando le preguntó que a qué hora sucedió aquello, pudo comprobar que a esa hora exacta él se encontraba en el tren camino del pueblo, justo en el momento en que escuchó cómo repetían dos veces su nombre.
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