Soñamos todos los días
Todos
los seres humanos soñamos todos los días y sin embargo casi nunca recordamos
que hemos soñado, o si recordamos algo del sueño enseguida lo olvidamos.
Desde
un punto de vista de salud física y mental, el soñar es imprescindible para
tener buena salud. Se ha demostrado científicamente cómo privar a las personas
de la capacidad de soñar (despertándolas cada vez que entraban en la fase de
sueño) empeora su salud.
Pero
desde un punto de vista espiritual, los sueños son la etapa de la vida en que
más cerca estamos del mundo en donde reside el alma.
Sin
embargo hay una dejadez generalizada respecto a los sueños, a los que no damos
importancia y por eso somos incapaces de recordarlos y si recordamos algo lo
olvidamos inmediatamente. Porque para recordar los sueños, lo primero y fundamental
es “querer recordarlos”. Luego ya vendrá todo lo demás.
Y
¿por qué no queremos recordar los sueños? Pues muchas veces es porque no
queremos enfrentarnos cara a cara con nosotros mismos; tenemos miedo a vernos
como realmente somos.
Tenemos
que aprender a conocernos a nosotros mismos y los sueños nos ayudan a conseguirlo.
Hay
una frase que me ha resultado muy ilustrativa: “Cuanto más vamos hacia el
sueño, más viene él hacia nosotros” (1)
(1)
Mario
Mercier, “Le monde magique des revés”.
Vicente
Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“El
cine y el misterio”: https://www.amazon.es/dp/B0DJF3M3ZW
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