Blanca era la luz
de nuestro primeros sueños,
alegría desbocada
a impulsos de sangre roja,
queriendo hacer mejor
aquél mundo que nacía
de nuestra propia esperanza.
Lo que fuimos, somos,
y en el recuerdo pervive
aquello que construiste.
El mundo es ahora mejor
allí donde tú estuviste,
y fue tu luz, Blanca,
la estrella que nos guió.
1 comentario:
Una entrada muy bonita. ¡Felicidades!Los principios siempre son intensos, y esa intensidad parece que no va a terminar nunca, pero sin embargo es difícil de mantener y a menudo después solo queda el recuerdo de aquellos días.
Un saludo
Neus
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