Sin saber por qué algunos vídeos subidos a youtube comienzan
a circular y ser vistos por millares de personas en todo el mundo. Yo no se qué
hay que hacer para eso... ni tampoco me lo he planteado nunca. Bien es cierto
que, como me gusta aprender cosas nuevas, hace unos años aprendí a realizar
vídeos y subirlos a la Red, pero sin más pretensión que compartirlos con
familiares y amigos. En todo este tiempo, apenas una veintena de videos son los
que he subido y el número de visitas conseguido por cada uno de ellos oscila
entre 20 o 30 de algunos hasta las 300 a 900 de otros; nunca más allá de eso.
Pero hay una excepción.
Uno de aquellos vídeos, realizado concretamente el 15 de
junio de 2012, con una duración de cuatro minutos y medio, titulado “El lorito que aprendió a hablar y pidió su libertad”,
un buen día –sin saber por qué- comenzó a recibir visitas. Tantas que, a día de
hoy lleva casi 170.000. Así que sin hacer nada, sin pretender más difusión para
el mismo que la de algunos conocidos y algún amante de los animales despistado
que pasase por ahí, resulta que ese vídeo se ha hecho viral. Como diría Obelix
si viviera en este siglo: “Estos internautas están locos”.
Después, y por error, borré el vídeo, con lo que se han puesto a cero otra vez las estadísticas. Pero lo he subido de nuevo para que puedas verlo. Este es el enlace: https://youtu.be/YGR-P10dFvk
El deporte, como la vida, no hay que tomárselo tan en serio…
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