domingo, 28 de diciembre de 2014

La casualidad imposible (y 4)

Llamar “casualidad” a esto resulta ridículo. Hay que darle otro nombre aunque no soy capaz de encontrarlo. Este hecho es igual que cuando te dan una voz para que espabiles si te has quedado embobado con algo o “se te ha ido el santo al cielo” como comúnmente se dice. Es algo así como un “¡Eh, despierta, que estamos aquí”. Y ¿quiénes están aquí? ¿Quiénes son esos que nos dan esa bofetada imaginaria para “despertarnos”? Como no los vemos ni los tocamos, es evidente que están en otra dimensión y utilizan estas cosas para –haciendo gala de una gran sentido del humor- avisarnos de la futilidad de nuestro mundo y nuestro modo de vida actual. Hay algo más, algo que está fuera de este mundo material... hay vida espiritual más allá de esta corta estación de tránsito que es nuestro paso por esta vida. Porque la vida no es esto que vivimos ahora, la vida es lo que nos espera cuando “muramos”.

Es bueno saberlo, y lo que más me reconforta es que ahí, al otro lado... tienen mucho sentido del humor.

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