Cuando
por fin realicé mi anhelado viaje a Islandia, albergaba la esperanza de poder
divisar algún frailecillo (puffin, en inglés), una graciosa ave que siempre
llamó mi atención y nunca había tenido la oportunidad de ver, ni siquiera en
los zoológicos. Lo que nunca pude imaginarme era que llegaría a verlos tan de
cerca que ni siquiera necesité utilizar el zoom para sacarles decenas de
fotografías. Allí los tuve, frente a mi, en el acantilado, a sus anchas,
entrando y saliendo de sus nidos, lanzándose en picado hacia el mar, regresando
con el pico lleno de pececillos, atusándose las plumas y descansando, caminando
entre las rocas... parecía que les gustaba ser fotografiados.
El frailecillo común (Fratercula arctica) es un
ave marina de unos 30 cm. Del mismo se conocen cuatro especies, siendo la más
conocida el Frailecillo del Atlántico, las otras especies viven en el sur del
Pacífico. El llamado payaso de los océanos por los colores de su pico, también
es conocido como loro de mar.
Sus cortas alas y la robustez de su cuerpo, no le hacen difícil levantar el
vuelo en una superficie plana, por lo que prefieren lanzarse al vacío desde los
acantilados (ver foto bajo estas líneas), batiendo sus alas a una
velocidad de 400 veces por minuto y pudiendo alcanzar una velocidad de 48 a 55
millas por hora.
Se
alimenta de pequeños peces, por lo que se zambulle (llegando a profundidades de
hasta 100 pies y manteniéndose bajo el agua hasta 30 segundos) y bucea de modo
similar al de los pingüinos. Mientras está bajo el agua, nada agitando sus alas
para empujarse, como si estuviera volando, y utiliza sus patas palmeadas como
timones para dirigirse. Cuando atrapa peces no carga solo un pez a la vez. Por
término medio suele atrapar y retener en su pico más de 10 peces por viaje
(aunque se ha contabilizado un record de 62). ¿Cómo lo consiguen? El secreto
está en su lengua áspera con la que empujan los peces contra las espinas de su
paladar mientras abren el pico para atrapar más ejemplares.
El
frailecillo viven en el mar abierto la mayor parte de su vida. Sólo regresa a
tierra una vez al año para aparearse. Cría en colonias en los acantilados y con
su pico cava la madriguera en donde ponen los huevos (uno por pareja). Incuba
por un periodo de 40 a 42 días, y a las 7 u 8 semanas los recién nacidos ya son
capaces de volar.
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