Si has comprado un rosal (bien sea con el cepellón sin
maceta o en una maceta muy pequeña), no olvides meter las raíces en remojo en
un recipiente lleno de agua en cuyo fondo hayas puesto barro para que sirva de
capa protectora a dichas raíces, antes de trasplantarlo a la maceta o al lugar
del jardín que tenías pensado.
Fuente: sabiduría popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario