jueves, 21 de junio de 2012

¿Sabes dónde atienden tu llamada?

Hace unos días me alertaron de un hecho que seguro a ti también te ha sorprendido: cada vez que llamas a un proveedor de servicios telefónicos (y cada vez más también cuando hablas con otras grandes multinacionales) la persona que te atiende habla con acento sudamericano. “¿Qué pasa?” te habrás preguntado. “¿Con todos los españoles que hay en el paro y a los únicos que contratan son sudamericano?”, te habrás dicho también.
Pero hay algo en lo que no había reparado: esos sudamericanos que tan gentilmente atienden mi llamada no me están hablando desde Madrid, sino... desde su país natal al otro lado del Atlántico. La operación es bien sencilla. Estas compañías contratan a personas en Sudamérica para hacer este trabajo ya que hablan nuestro idioma y –sobre todo- cobran la mitad o menos del salario que tendrían que pagar a un trabajador en España. Así que a ellos el negocio les sale redondo: mano de obra barata, y tú no te das cuenta porque el coste de esas llamadas es el mismo que si estuvieses haciendo una llamada nacional.

Y esto me recuerda cómo hace unos años en AstraZéneca (para reducir el número de empleados) montaron en Manchester un centro de atención al cliente para toda Europa. Tuve ocasión de visitarlo y aquello parecía una pequeña ONU: una gran nave diáfana con muchas mesas y en cada una de ellas una persona con la banderita de su país (tres chicas de nuestra empresa fueron allí y dos se fueron a la calle). Cada vez que un farmacéutico, médico o mayorista español llamaba para cualquier gestión relacionada con pedidos o facturas, su llamada era desviada (sin coste para el interesado) a Manchester y allí le atendía una persona en español. De esta forma, al unificar el departamento, haciéndolo uno solo, la empresa pudo reducir el número de empleados y el coste salarial de los mismos.

Pues una cosa así es la que cada día están haciendo más compañías en nuestro país y así es como “colaboran” en la “creación” de trabajo en nuestro país. La próxima vez que llame o me llamen y me contesten con acento sudamericano, les preguntaré que desde qué ciudad me llaman; y si responden que desde Madrid, les haré una pregunta que me permita conocer si eso es verdad o no (como por ejemplo “¿qué tal día hace hoy?” “¿qué estación de Metro hay cerca de vuestra oficina?” “¿os ha afectado la huelga de transportes –sabiendo que no ha habido huelga-? etc.) y si la respuesta me indica que no están en Madrid, formularé una queja y exigiré que me atienda alguien desde mi país.

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