La
voz sólo son ondas expandiéndose por el aire sin producir ningún sonido, porque
el sonido no está en el emisor sino en el receptor. Cuando un edificio se
desploma decimos que hace mucho ruido, pero eso es porque nosotros estamos al
lado, nuestro oído recibe esas ondas que han viajado silenciosas por el aire y
nuestro cerebro lo interpreta como sonido. Pero si un edificio se desploma y no
hay ningún ser vivo en muchos kilómetros a la redonda, no se habrá producido
ningún sonido. En otras palabras: El sonido es la interpretación que hace
nuestro cerebro de las ondas vibratorias que llegan a nuestro oído.
Todo
esto viene a cuento de este poema en que el poeta siente explosionar sus
emociones cuando escucha la voz de su amada. En este caso, esas simples ondas
que viajaron vibrando por el aire, llegaron al oído del poeta, su cerebro lo
interpretó y reconoció como la voz de su
amada y entonces… por todo su ser se expandió una oleada de amor y sentimientos…
TU
VOZ
Sentí
fuego,
sentí diluirse la carne
dejando al descubierto
los huesos helados de soledad,
aislados,
para empezar a construir
un nuevo ser,
antiguo,
-pensé que ya olvidado-.
Fue un relámpago fugaz;
fue tu voz, sólo tu voz,
¡pero fue tanto...!
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“El cine y el misterio”: https://www.amazon.es/dp/B0DJF3M3ZW
sentí diluirse la carne
dejando al descubierto
los huesos helados de soledad,
aislados,
para empezar a construir
un nuevo ser,
antiguo,
-pensé que ya olvidado-.
Fue un relámpago fugaz;
fue tu voz, sólo tu voz,
¡pero fue tanto...!
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