En mi primer viaje a Suecia lo que más me sorprendió fue lo
siguiente: cada vez que me acercaba a otro coche para adelantarlo porque yo iba
más deprisa que él, ese coche se echaba al arcén para que yo pudiese
adelantarlo sin dificultad. ¡Qué distinto es en España: Cuando te acercas a
otro coche para adelantarlo, en muchas ocasiones, observas cómo aquél acelera
para impedirte el adelantamiento! En Suecia hay educación y respeto. Si bien Estocolmo
o Goteborg son grandes ciudades de corte europea, en el interior la cosa cambia
y la naturaleza manda sobre los edificios: pequeños pueblos de casas de madera
en medio de bosques y lagos. En Suecia no hay prisas.
Palabras clave: Educación, respeto, flores, cabañas, madera.
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