lunes, 8 de mayo de 2017

Así odié los espaguetis

En el edificio Mirasierra, en donde estaba la sede de la compañía de agroquímicos donde trabajaba, había una cafetería a la que acudíamos muchos días para comer. Era bastante amplia y luminosa, con unas cristaleras que daban a un gran patio interior perfectamente ajardinado. Nos sentábamos en alguna de aquellas mesas junto a las ventanas que daban al jardín interior y comíamos el menú del día. Algunas veces el primer plato eran espaguetis, y solía pedirlos hasta que un día, mientras comía se me ocurrió fijarme en el jardín.

Sobre el verde césped, revoloteaban todo tipo de pajarillos, entre ellos algunos mirlos que caminaban sigilosamente sobre el césped y de repente se paraban y quedaban inmóviles. Entonces lanzaban su pico clavándolo con fuerza en el suelo y cuado lo retiraban de allí, podía ver cómo llevaban en el mismo una lombriz que tragaban con entusiasmo... al mismo tiempo que yo tragaba mis espaguetis... cada vez con menos entusiasmo.

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