Todos los medios de comunicación están hablando de la crisis
del PSOE pero, por esa manía de ser “políticamente correcto” nadie se atreve a
decir por qué desde dentro del propio partido se ataca a su líder y se insta a
los medios de comunicación general a que le ataquen igualmente.
Para mí la razón es evidente: Pedro Sánchez ha demostrado
coherencia, una palabra muy poco usual en política. Él dijo siempre que no
apoyaría un gobierno del PP y lo ha seguido manteniendo. Cuando logró el apoyo
de Ciudadanos, la cosa no iba mal, pero ese apoyo no era suficiente; y no
quedaba más alternativa que buscar el apoyo de Podemos. (Como Podemos y
Ciudadanos se han mostrado antagónicos, no ha sido posible el acuerdo, pero eso
es otra historia).
Ahí está la clave: Podemos lucha por quitar los privilegios
a los políticos (puestos en consejos de administración tan pronto dejan sus
cargos; sobresueldos; coches oficiales; gastos exorbitados de representación;
pensiones vitalicias escandalosas; etc.) y hay una gran cantidad de cargos del
PSOE que se benefician de esos privilegios. Por consiguiente (por utilizar esta
muletilla que tanto gustaba a Felipe González) si el PSOE llega a un acuerdo
con Podemos, todos los ex ministros y ex altos cargos socialistas verán en
peligro sus suculentos ingresos y eso no lo pueden consentir. Así que prefieren
que siga gobernando el PP que, como son tan corruptos como ellos, no van a
tirar de la manta más de lo necesario y van a seguir permitiendo todos esos
chanchullos.
Esto, y no otra cosa, es lo que late en el fondo de la
cuestión. Todo lo que se habla y escribe es palabrería vana. La verdadera razón
es esta. Vamos a ver, si después de su paso por la política les ponen en uno o
varios consejos de Administración por los que cobran 100.000 euros o más a
cambio de asistir a tres o cuatro reuniones al año... ¿cómo van a apoyar a
quien quiere quitarles eso o a quien está dispuesto a aliarse con quien puede
quitárselo?
Quizás debamos añadir el nombre de Pedro Sánchez a la lista
de políticos honrados. Veamos: Julio Anguita, ... lo siento, no se me ocurren más
nombres.