miércoles, 14 de septiembre de 2016

La vida es un eterno viaje hacia nosotros mismos

"Cuando nos marchamos de algún lugar (algo que hacemos constantemente puesto que la vida es mudanza continua de un sitio a otro, de una situación a otra), dejamos en él una parte de nosotros mismos. Por eso los lugares y situaciones en que hemos estado y vivido nos resultan tan familiares, porque hemos dejado allí una parte de nosotros que sólo podemos recuperar cuando regresamos, y en donde volvemos a dejar –al marcharnos de nuevo- una parte más grande aún de nosotros mismos...


Por consiguiente la vida es un continuo esparcir de nuestra presencia para después ir recuperándola poco a poco y de seguido esparcirla de nuevo. Por muy breve que haya sido nuestra estancia en cualquier lugar, allí hemos dejado nuestra impronta y algo secreto dentro de nosotros nos llamará para ir a buscarla, sin que podamos nunca hacerlo, puesto que cada vez que regresemos a un determinado lugar en el que estuvimos para sentir que algo de allí era nuestro, aunque nos lo llevemos después en la memoria y el sentimiento eso no impedirá que allí dejemos de nuevo una impronta nuestra más fuerte aún que la anterior".

Vicente Fisac (Palabras inefables)

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