Quizás muchas personas no puedan entender por qué me gusta
tanto Noruega y por qué admiro tanto a los noruegos. Un sencillo ejemplo puede
ser más ilustrativo que un montón de palabras:
El diario noruego Verdens Gang publicó hace unos días esta
fotografía, en la que se puede ver a dos policías patrullando en una lancha. El
de la izquierda, Arne Stavnes, no lleva puesto chaleco salvavidas, algo que es
obligatorio. Al ver esa foto, muchos lectores hicieron comentarios, unos
enfadados, otros irónicos, pero todos ellos recriminando que un policía
estuviese contraviniendo las leyes.
La respuesta no se hizo esperar. Arne Stavnes se puso una
multa a sí mismo por haber cometido esa infracción e hizo pública su sanción
(53 euros) así como sus disculpas por haberla cometido, reconociendo que un
policía debe dar ejemplo.
Por eso los noruegos confían en sus instituciones. Y yo
también confío... en sus instituciones, no en las nuestras.
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