Los dirigentes deportivos que tienen el fútbol como negocio
saben utilizar todo tipo de recursos para potenciar la imagen de marca de su
producto. Decía Florentino Pérez con una hipocresía y cinismo insuperable que
“en nuestro palco sólo se habla de valores” (y seguro que para sus adentros
pensaba en los “valores bursátiles” mientras se cachondeaba de todos nosotros).
El fútbol puede ser un negocio en sí, más o menos, pero lo que de verdad es un
negocio es todo lo que se mueve alrededor, los contactos, las influencias, etc.
Por este motivo se mima a los periodistas (trato preferente, regalos, elogios,
etc.) siempre y cuando alaben a su equipo. Y así vemos cómo la prensa deportiva
no existe, sino que sólo existe “prensa del Real Madrid” en Madrid (Marca y As)
y “prensa del Barcelona” en Barcelona (Mundo Deportivo y Sport). Y así vemos
cómo las secciones de “deporte” en televisión dedican el 90% de su tiempo a
estos dos equipos.
La consecuencia de todo esto es un lavado de cerebro brutal
sobre la población, la cual se radicaliza y se vuelve fanática de sus equipos
(en especial de estos dos que son los más poderosos, pero también de aquél otro
que corresponda a su ciudad o simpatía). La población es incapaz de discernir,
de hacer autocrítica, de ver la realidad; sólo ven lo que el lavado de cerebro
les ha hecho ver.
Afortunadamente algunos tenemos la suficiente imparcialidad
y criterio para no caer en su trampa, pero somos los menos. Reconozco que yo
soy seguidor del Atlético de Madrid de toda la vida... pero no estoy ciego.
Recuerdo que hace años compraba todos los meses la revista que editaba este
equipo... y poco después dejé de comprarla. ¿Sabes por qué? Pues porque cuando
ganaba era porque había jugado muy bien, y cuando perdía era por mala suerte o
injusticia arbitral; nunca reconocía que si perdía era porque había jugado mal.
Sí señores (y señoras) no hay ningún equipo ni ningún
jugador que sea siempre excepcional, que sea siempre el mejor, que no haga nada
mal. Cualquier equipo y cualquier jugador unas veces lo hace bien y otras mal.
Sin embargo el lavado de cerebro de la población es tal que la mayoría no lo
reconoce. El fundamentalismo se ha instalado en el mundo del deporte.
1 comentario:
eso que sucede en el país ibérico sucede en Colombia y ahora con el mundial la mayoría de países suramericanos han entrado sin saberlo al fundamentalismo deportivo.
Publicar un comentario