Ha causado gran revuelo la medida adoptada por el
Ayuntamiento de Madrid para invitar a las piscinas municipales a que celebren
–si lo desean- un “Día sin bañador”, en el cual todo aquél que acuda a la
piscina podrá hacer uso del bañador o no. Dan respuesta afirmativa así a una
petición de la Asociación para el Desarrollo del Naturismo y nos recuerdan,
igualmente, que un alcalde anterior del Partido Popular, ya autorizó –con ciertas
limitaciones- este tipo de prácticas. Pero se confunden. Eso no es Naturismo.
Como bien define la Federación Naturista Internacional, “el
Naturismo es una forma de vida en armonía con la naturaleza. Se expresa
mediante el nudismo en comunidad, asociado al respeto por uno mismo, por las
opiniones de los demás y por el medio ambiente”. Tras leer esta definición nos
damos cuenta que decir “hoy se puede poner en pelotas en esta piscina todo el
que quiera” no tiene nada que ver con esta filosofía de vida.
Con la medida del Ayuntamiento se pondrán en pelotas los
desvergonzados/as pero no los verdaderos Naturistas, para quienes el respeto y
la armonía son parte consustancial de su forma de vida. Y eso no puede
encontrarse en un espacio cerrado y aglomerado en donde unos pocos van en pelotas mientras
otros muchos, con el bañador puesto, no paran de mirar y comentar, fomentando
así un caldo de cultivo ideal para el enfrentamiento.
A los verdaderos Naturistas hay que dejarles que puedan
reunirse y disfrutar de su respetuosa forma de vida en ambientes donde ellos se
sientan cómodos y respetados, al tiempo que su peculiar forma de vida no cause
disgusto a quienes no la comparten. Pero animar desde el Ayuntamiento a unas
mezclas hipócritas y explosivas es, sencillamente, de descerebrados.
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