jueves, 30 de junio de 2016

España a favor de la corrupción

El mayor porcentaje de votantes en las últimas Elecciones generales celebradas en España ha votado a un partido plagado de múltiples y escandalosos casos de corrupción. El segundo mayor porcentaje de votantes lo ha hecho a otro partido salpicado también por un infame caso de corrupción. Por el contrario, los partidos sin imputados en casos de corrupción se han quedado igual o incluso han descendido, tanto si eran de corte moderado o de izquierdas. ¿Qué significa esto? La cosa está bien clara: los españoles prefieren estar gobernados por corruptos.

Sé que resulta difícil de entender, pero no tanto si repasamos algunas situaciones habituales que hacen felices a los españoles y que demuestran que la corrupción es algo habitual en sus vidas. Un español se pone muy contento:

- Si puede ocultar a Hacienda algún ingreso y así no tener que pagar impuestos por el mismo.

- Si le pagan una parte de su salario en negro y así no tiene que pagar impuestos.

- Si comete una infracción de tráfico pero no lo ve ningún policía ni ningún radar o cámara y por lo tanto no le ponen multa.

- Si le ofrecen pagar algo en negro para ahorrarse el IVA.

- Si compra alguna cosa a precio muy inferior al del mercado aprovechándose así de la miseria y desesperación de quien no tiene más remedio que venderlo a ese precio.

- Si se encuentra algún objeto de valor y más aún si este no lleva referencia de quién puede ser su dueño.

- Si después de una asistencia médica le dicen (a título informativo) todo lo que ha costado y que él no tiene que pagar nada porque la Sanidad es pública.

- Si su equipo deportivo gana gracias a errores arbítrales clamorosos.

- Si consigue algún trabajo, favor o prebenda, gracias a una recomendación en vez de conseguirlo por méritos propios.

- Si un empleado acepta trabajar para ellos por un salario o importe muy bajo (algo que hace, evidentemente, acuciado por la extrema necesidad).

- Si su jefe no es muy riguroso y no le exige hacer bien su trabajo.

En definitiva, acciones todas ellas insolidarias, que atentan al bien común, son vistas por los españoles como algo normal y hasta gracioso; de ahí que les resulte tan normal seguir gobernados por gente de la misma calaña.

No hay comentarios: