El observatorio de Calar Alto (Almería), dependiente del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Sociedad Max Planck
busca planetas similares a la Tierra a través de su telescopio de 3,5
metros y del proyecto denominado CARMENES, impulsado por un consorcio de 11
instituciones alemanas y españolas y coliderado por el CSIC.
Los planetas, al girar en torno a su estrella, producen en
ella ligeros movimientos oscilatorios que, si se miden con la precisión
adecuada, desvelan la existencia de esos planetas. Sin embargo, la búsqueda de
planetas de tipo terrestre en torno a estrellas similares al Sol resulta
compleja porque las oscilaciones son tan pequeñas que no se pueden detectar con
la tecnología actual.
Sin embargo hay otro tipo de estrellas, las llamadas enanas
rojas en las que resulta más fácil esta detección. "Las enanas rojas son
mucho más frías y rojizas que el Sol, de modo que teníamos que observar tanto
en el visible como en el infrarrojo, lo que constituye una de las fortalezas de
CARMENES: ningún otro instrumento del mundo puede hacer esto", comenta
Pedro Amado, investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Esta peculiaridad le permitirá evitar los falsos positivos en la detección de
planetas, habituales al confundir las señales de la actividad estelar y otros
mecanismos físicos intrínsecos a la estrella con la existencia de planetas.
El Observatorio de Calar Alto en Almería, se convierte, de
esta forma, en una referencia internacional en la búsqueda de planetas de tipo
terrestre.
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