Se valiente en tus convicciones pero sin intentar convencer
a los demás; que cada cual saque sus conclusiones y tome sus propias
decisiones. No hay que mentir ni agachar la cabeza avergonzándonos de lo que
pensamos (recuerda que lo más probable es que todos estemos equivocados). Se
puede mantener una posición fuerte acerca de nuestras convicciones sin
necesidad de ser altivos, ni de atacar a los demás. Recuerda que en este camino
de la vida cada uno marca el suyo.
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