De
la infancia y juventud se recuerdan muy pocos incidentes, y estos pocos, eso
sí, bastante bien recordados. Pero ¿y esos otros millones de momentos, de
impresiones, que no se pueden recordar? Ciertamente esos pocos incidentes
mencionados constituyen una fracción tan pequeña que no pueden ser
representativos de la facultad de recordar. ¿Por qué se recuerdan unos pocos
acontecimientos? Si los analizamos, nos daremos cuenta que dichos sucesos dieron
mucho que hablar y, periódicamente, en años posteriores, fueron saliendo de forma constante como tema
recurrente de conversación. Seguramente quedó relacionado con algo físico
(cicatrices, fotografías, etc.). En definitiva, esas escenas que iban camino de
desvanecerse fueron revividas periódicamente, con lo que sus detalles y
coloridos memorísticos se fortalecieron. De esta forma, cada vez que queremos
rememorar una vez más uno de aquellos acontecimientos, tan sólo hay que “ir” a
la última vez en que lo trajimos de actualidad sin necesidad de remontarnos a
la época real en que aquello sucedió.
Después
de leer esto, nos daremos cuenta, primero, de la gran cantidad (casi toda) de
vida que henos olvidado y, segundo, que los sucesos vivamente afincados en el
“recuerdo” se ajustan a los patrones antes señalados. De ahí que vaya cobrando
más sentido el título de este comentario.
Cada
vez que nuestras emociones son reflejadas en el papel, y periódicamente leídas,
dichas escenas van afianzando sus “detalles y coloridos” y pueden recordarse
perfectamente actualizadas pese al tiempo transcurrido. Por ello, cuanto mayor
es la cantidad de vida vertida en el papel, mayor es la cantidad de pasado que
contemplan nuestros ojos.
La
persona que escribe (que transcribe su vida al papel) es una persona con un
rico pasado. Pero ¿sirve esto para algo? Evidentemente sí, pero sólo si es así
deseado.
El
amplio conocimiento del pasado no es otra cosa que un amplio conocimiento de
nosotros mismos; y si no nos conocemos ¿cómo vamos a mejorarnos? ¿Puede
perfeccionar un motor alguien que no entiende de mecánica?
Si
somos conscientes de que nuestra estancia (paso) en esta existencia debe servir
para perfeccionarnos, para ser mejores, resulta obvio hincar que cualquier
medio que nos permita llegar al fin propuesto debe ser aprovechado.
PD.-
Pero si no estás dotado para escribir, hay un camino alternativo que puedes
seguir: haz fotografías.
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