Hay quien dice que la Tierra es un ser vivo, y femenino por
más señas, de ahí que la llamen Gaia. Por eso no es de extrañar que como mujer que
es, también sea presumida y muestre ese rimel verde sobre sus ojos, tal como
puede verse en esta fotografía tomada en la isla de Madeira. Ojos profundos,
infinitos, que nos incitan a seguirlos... y que reflejo aquí en esta nueva entrega
de mi colección de imágenes veraniegas inefables.
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