Los empresarios del sector de la hostelería siguen empeñados en matar a sus empleados y a todo cliente que se atreva a entrar en sus establecimientos. Así se deduce de su oposición a la ampliación de la Ley del tabaco que garantizaría que todos esos espacios fuesen libres de humo y por tanto no se intoxicase a los niños que entrasen allí, ni a las embarazadas, ni a los empleados que –por tener necesidad de un trabajo- tienen que aguantar tan insalubres condiciones…
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ya presentó los datos que demuestran que en ninguno de los países donde se ha implantado la restricción total de fumar en esos locales se hubiesen producido pérdidas económicas. Ahora ha presentado datos que demuestran que cada año mueren en España 1.000 trabajadores de hostelería a causa de tener que respirar a diario el humo de los clientes.
La contaminación ambiental en los locales donde se fuma es diez veces más alta que en la calle y excede en tres o cuatro veces la recomendada por las autoridades sanitarias. Si en la calle, el nivel de contaminación fuese parecido, las autoridades sanitarias decretarían 'alarma ambiental' y recomendarían a la población no salir a la calle.
¿Hasta cuándo van a seguir envenenando?
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