Como continuación a mi último post, añado una reflexión general y es la tendencia que todos tenemos a extrapolar nuestra opinión o nuestro caso particular a la generalidad. Si a nosotros no nos ha gustado un hotel (por poner un ejemplo) ya damos a entender que “ese hotel es muy malo” y que la mayoría de la gente tiene la obligación que opinar igual que yo.
Igual sucede con el conocimiento sobre cualquier tema en el que siempre somos “expertos”, aunque lo único que sabemos del mismo son cuatro titulares sueltos leídos en los medios de comunicación o alguna opinión escuchada a alguien que nos cayó simpático.
Y en un ejercicio de osadía sin límites, nos permitimos criticar basados en esta amplia documentación: (A) los resultados de la encuesta realizada a un único ciudadano (yo mismo). (B) la amplia documentación leída en unos cuantos titulares sueltos.
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