Creí que en
la Red encontraría amigas y lo único que encontré fueron dos clases de
contacto. A los primeros los bauticé como “cabezas de serrín” porque dentro de
sus cabezas no creo que haya otra cosa. Envían mensajes con textos tan
filosóficos y profundos como “Hola, ¿qué tal estás?”. Cuando les contestas, un
pequeño porcentaje de ellas (un porcentaje muy pequeño) vuelve a contestar con
no más de cuatro líneas de texto (comprendo que por más que se exprima el
serrín, no se le puede sacar más jugo). Si aun así tú les sigues el juego y les
vuelves a contestar, lo normal es que ya no recibas más respuestas. No he
encontrado nadie que dure más de cuatro mensajes. ¡Y esas tías son las que en
sus mensajes se ofrecen como “amigas para siempre”!
Del otro
tipo de mensajes que recibo, casi prefiero no hablar. Algunos chicos, que no se
dan por enterados de que a mí me gustan las chicas, me piropean y tratan
torpemente de ligar poniendo en evidencia el paupérrimo atractivo de sus
mentes. De las chicas que me escriben, o son “cabezas de serrín” o cabría calificarlas
de promiscuas, que solo piensan en pasar un rato agradable en la cama, da igual
con quien sea. Una de ellas, con quien mantuve un mayor contacto epistolar, fue
Mónica, e incluso le dediqué un poema, un acrónimo que ella agradeció. Pero
siempre acababa diciendo “te mando un beso para que lo pongas donde más te
guste”. Y las cosas iban a más, así que le di puerta. A las demás y los demás
podría haberlos mandado a la mierda perfectamente, pero no merecía la pena ni
el más mínimo esfuerzo, así que simplemente borré mi presencia de Internet.
Desde
entonces ya no hago caso ni escribo a tanta gente estúpida como hay por ahí, ni
me he molestado más en contestar o comentar siquiera tantos mensajes absurdos
que cerebros vacíos ponen en la red. Algunos y algunas hay que buscan sexo.
Nada más. Otras y otros hay que persiguen la amistad y la definen con las más
bellas palabras. Cuando alzas la cortina de su primer e-mail descubres el vacío
de unas mentes de serrín. ¿Cómo ser amiga de la nada? ¿Cómo conversar con
estúpidas sonrisas que no entienden ni comprenden ni sienten absolutamente
nada?
(Párrafo extraído del libro "Yo soy Alma & Algo así", en donde su protagonista comparte su vida y sentimientos).
“Yo soy Alma & Algo así”: https://amzn.to/3qSirqM
No hay comentarios:
Publicar un comentario