Realmente el olfato es el sentido más fácil de engañar.
Puedes comprobarlo entrando en una habitación en la que haya un olor fuerte
cualquiera. Al cabo de unos instantes, dicho olor desaparecerá. Sin embargo el
olor no desaparece, es solo una ilusión, lo que sucede es que las células
nerviosas del sistema olfativo se saturan y dejan de enviar las señales al
cerebro.
Más fácil aún, puedes oler una flor o un perfume, al cabo de un rato
con la nariz pegada al mismo, dejarás de olerlo aunque dicho olor sigue allí
igual de presente que al principio.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario