martes, 10 de febrero de 2009

Basado en hechos reales

Luis y María acudieron esta mañana al banco con objeto de solicitar una hipoteca. Al llegar les preguntó un empleado qué deseaban y a partir de ahí no dejaron de ir de sorpresa en sorpresa. “Pasen aquí, por favor, a nuestra sala de reuniones, y siéntense que en seguida les atiende nuestro director”, “¿les apetece un café o un refresco?”, “mientras llega nuestro director, permítanme que les ofrezca este pequeño obsequio, un libro que hemos editado para nuestros clientes”, y así los fueron llenando de halagos y atenciones hasta que llegó el director. Cuando, éste entró y los saludó efusivamente, entró rápidamente en una charla animada. Se interesó por su situación familiar, sus inquietudes y proyectos, sus opiniones sobre las cuestiones más relevantes de la vida... también les habló de su familia, del trabajo en el banco, de lo feliz que se sienten todos ellos atendiendo a gente tan maravillosa como ellos... Cuando al cabo de media hora de abrumadoras muestras de cariño salieron del banco, se dieron cuenta que no habían conseguido nada; en efecto, no les habían concedido la hipoteca que necesitaban, pero, eso sí, los habían tratado con la mayor consideración y sólo les había faltado despedirse de ellos con dos besos. “¿Qué importa que sigamos sin poder comprar una casa, sin poder iniciar un proyecto de familia? ¡Ya tenemos una nueva y maravillosa familia que son los empleados de este banco a quienes podremos venir a saludar siempre que queramos!”, se dijeron. PD.- Esta es una historia ficticia basada en hechos reales: la frase que ha pronunciado Beatriz Corredor, ministra de Vivienda (“Los bancos deben mirar con cariño a las familias que soliciten una hipoteca”).


“Diccionario Político”: https://amzn.to/2P1RHGZ


No hay comentarios: