viernes, 5 de agosto de 2016

¿Un cadáver exquisito es para reírse?

Cuando me propusieron participar en un "cadáver exquisito" de inmediato pensé en Hannibal Lecter y lo rechacé con rotundidad, porque yo no soy ningún asesino ni mucho menos un caníbal. Tuvieron que explicarme que eso de “cadáver exquisito” es una forma muy peculiar de escribir una obra literaria. Estas son sus reglas: Participan varios autores. El primero escribe un fragmento de la obra y luego otro tiene que escribir otro fragmento continuando dicha historia, y luego otro, etc. Ningún autor puede escribir dos fragmentos seguidos, pero la obra literaria ha de tener continuidad. Esto significa que cada autor puede hacer todos los giros narrativos que quiera, introducir o quitar protagonistas, inventarse sucesos, etc., pero todo esto ha de hacerlo con lógica, construyendo sobre lo que han hecho los autores anteriores.

Visto así parece bastante complicado (y lo es). Pero también parece bastante divertido para los autores (y lo es). Para el lector parece un continuo nido de sorpresas (y lo es). Y si encima los autores están tan compenetrados y tienen tanto sentido del humor como en “El dulce gorjeo del buitre en celo” la satisfacción del lector está garantizada.

En este novela, a la que se ha definido como “la novela don de el humor alcanza el estado de gracia”, se dan cita: Amor e infidelidad, médicos y laboratorios, ideales y corrupción, diarrea y estreñimiento, capos y sicarios, pizza y mortadela, guardias civiles y casados por la Iglesia, vida y muerte, melones y más melones... todas las pasiones del ser humano aparecen en los 127 episodios que componen esta obra.

Como corresponde a un buen cadáver exquisito, cada episodio corresponde a uno de los coautores. Ninguno de ellos ha escrito dos capítulos seguidos. Cada uno ha continuado la historia como le ha dado la gana, sin consultar con sus predecesores aunque manteniendo la regla de construir sobre lo ya edificado. Por increíble que parezca, la historia atrae, engancha y hace sonreír con su humor absurdo y surrealista, formando una pieza sólida y coherente (dentro de su incoherencia) en la que un lector ajeno no sabrá distinguir quién ha sido el autor de cada uno de los capítulos. Son, pues, cuatro autores distintos y una única y verdadera novela.

Disponible en edición digital por sólo 3 euros y también en edición impresa: 

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