Como el canto del cisne que en el momento de la agonía
lanza sus más bellos cantos, como las bombillas que antes de apagar su luz
eternamente parpadean en un estéril intento de esparcir su luz… así me ha
llegado la hora de abandonar este mundo, pero no lo haré de cualquier forma.
Al igual que el capitán de un barco se negará a abandonar
la nave cuando esta comienza a sumergirse, así partiré yo, escribiendo.
Son etapas distintas las que se van sucediendo a lo largo
de nuestra vida. Aquí en este blog, “Palabras inefables” aún continuaré
publicando algunos comentarios sobre mis escritos hasta final de año (después
de esa fecha, Dios dírá). Sin embargo, ahora me mudo a un nuevo blog, un
cuaderno casi en blanco que tenía olvidado en un rincón. Lo bauticé en su día
como “El cuaderno de Fisac” o, de una forma más llamativa: "El cuaderno final".
“Lecturas diferentes”:
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