Llámame,
que tu voz supere la
distancia
de este mundo que nos
puso
en lugares tan
distantes,
situaciones
encontradas,
teniendo tanto en
común...
y sin poder hacer
nada.
Llámame,
quiero saber de tu
vida
y también de tu
esperanza,
quiero beber de ti
y reposar en tu halda.
Yo te contaré mis
sueños
repletos de tu mirada,
pues cuando cierro los
ojos
te veo
y es entonces cuando
inspiro
el aire que me
faltaba.
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